Memoria sobre ruedas

En La Plata, la Colección Rau comprende vehículos y otras antigüedades, que se exhiben en un museo, una joyita casi desconocida aún. Fotos.

Ficha

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Cuánto tiempo ir: días

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La Ciudad de las Diagonales, el proyecto urbano de Dardo Rocha, parece que siempre tiene reservado algo más para invitar y volver a invitar a un paseo corto de fin de semana. Sus clásicos circuitos incluyen la catedral neogótica y la Plaza Moreno, el Museo de Ciencias Naturales, el pasaje Dardo Rocha con sus actividades culturales, la República de los Niños y, de más reciente incorporación, el Estadio Único.

Por las inundaciones en abril pasado, muchos argentinos prestaron atención y ayuda a La Plata. Para seguir acompañando la recuperación de La Plata, otra de las acciones consiste en continuar engrosando el flujo de turistas. Y para eso, nuevos atractivos estimulan la convocatoria.

Uno de ellos es el Museo del Automóvil Colección Rau (www.coleccionrau.com.ar). Se trata de un emprendimiento familiar, que iniciaron los hermanos Cecilio y Jorge Rau y que hoy continúan Jorge, de 75 años, y sus hijos. Una de ellos, Evelín, reconoce que incluso “mucha gente de La Plata no nos conoce todavía; el Museo se está difundiendo de a poquito y de boca en boca”.

Lo que más se percibe allí es afecto, calidez y apasionamiento, pues el emprendimiento se sostiene con el esfuerzo familiar y, desde el ámbito estatal, sólo con la declaración de interés cultural y turístico por parte de la Cámara de Diputados y por el Concejo Deliberante de La Plata.

El Museo del Automóvil Colección Rau está ubicado en la Avenida N° 1 número 121, entre las calles 34 y 35. El edificio que lo alberga es, en La Plata, el más antiguo en pie. En sus 13 metros de ancho y con paredes de barro, guarda el tiempo transcurrido desde su construcción, en 1875, antes de que la propia ciudad fuera erigida; hasta comienzos del siglo XX funcionó como oratorio.

Los Rau lo compraron en 1984 y lo restauraron para colocar allí sus tesoros coleccionados desde niños y durante toda su vida. Asociando sus profesiones como vendedores de repuestos de autos y martilleros públicos, más sus obsesiones personales, fueron reuniendo poco a poco autos antiguos, elementos de viejas estaciones de servicio y de talleres mecánicos, y una multitud de autitos de colección con los que Cecilio y Jorge jugaban en la calle durante la infancia.

El Museo se inauguró en 2006; Cecilio falleció antes del evento pero sus joyas de aficionado se integran a los muchos objetos dispuestos en los 450 m2 del lugar. Los fanáticos de los automóviles tienen para deleitarse con los ejemplares rescatados de la indiferencia y restaurados para lucir su máximo esplendor.

La colección incluye: coches de producción nacional (como el Monoposto 1942), norteamericana (Ford T de 1915, de 1924 y de 1925, un Tractor Fordson de 1921, un Overland 1917 y una Chevrolet 1929, entre otros), y también de industria italiana (como un adorable Fiat Topolino 1939) y alemana (Messerschmitt 1959, Isetta 1959, Heinkel 1960).

En el Museo, no sólo hay autos, sino también bicicletas y motos antiguas. Asimismo, se acumulan objetos vinculados al mundo tuerca, como los globos de vidrio o cerámica que coronaban los surtidores de nafta que funcionaban con manija. En este universo de principios del siglo XX, hay también una sección tipo “ramos generales”, con curiosidades, como una radio a kerosene, un fonógrafo, almanaques y amarillentos envases de productos comestibles y de limpieza.

Cada rincón espera ser descubierto por el visitante; incluso en los baños, los inodoros son unos raros y olvidados modelos floreados ingleses, las llaves de luz de porcelana deben ser giradas para encender y apagar, y hay un cartel enlozado que recuerda: “Por favor tirar la cadena. Hay mucho para ver y rememorar y, además, un barcito donde tomar algo y demorarse hojeando viejas revistas y proyectando un menú de videos de famosos automovilistas.

GALERÍA DE IMÁGENES

  • PASEO PARA LA FAMILIA. Cómo, cuándo, cuánto. El Museo del Automóvil Colección Rau abre los sábados, domingos y feriados, de 15 a 19. El costo de la entrada es de $ 20 para adultos, y $ 7, para niños entre 5 y 10 años. Para llegar a La Plata desde Buenos Aires, hay tres modos de transporte: en tren desde Constitución; en micro desde Retiro, y en auto: por la autopista, se cubre el recorrido en menos de una hora, dependiendo del tráfico.
 

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