Targoviste / RUMANIA

Abren al turismo el sitio de ejecución del dictador rumano Ceausescu

Se trata del cuartel donde murieron el líder comunista y su esposa Elena, durante los días de la revolución rumana.

Los visitantes podrán ver entre otras cosas el muro donde el "Conducator" fue muerto junto con su esposa por un comando revolucionario. [ Ver fotogalería ]

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Rumania abrirá al público a partir de septiembre, en calidad de museo, la unidad militar de Targoviste -unos 100 kilómetros al norte de Bucarest- donde en diciembre de 1989 fueron ejecutados el líder comunista Nicolae Ceausescu y su esposa Elena, durante los días de la revolución rumana. Según el director del complejo Curtea Domneasca (Corte Real), Ovidiu Carstina, los visitantes podrán ver entre otras cosas el muro donde el «Conducator» fue muerto junto con su esposa por un comando revolucionario, así como las habitaciones del cuartel donde permanecieron en espera del «proceso militar».

«Las paredes fueron repintadas con los mismos colores de 1989«, dijo Carstin. «Serán llevados los mismos muebles presentes en las habitaciones en ese período, en tanto ya están las camas donde ambos cónyuges durmieron antes de la ejecución, junto con un soldado de guardia«, agregó. «El cuartel estuvo abandonado durante 15 años, pero reacomodamos las habitaciones donde se realizó el juicio y las que albergaron a los comandantes del grupo revolucionario«.

«También pensamos en crear un espacio dedicado a la escuela de caballería que entre 1893 y 1914 estaba alojada precisamente en esta unidad«, subrayó. Las autoridades locales dicen haber recibido ya varios pedidos de visitantes del exterior, que tendrán que pagar una entrada de unos siete leis (1,5 euros). El de Ceausescu y su esposa Elene fue el único caso en el bloque soviético de Europa del Este donde los acontecimientos posteriores a la caída del Muro de Berlín concluyeron con una revuelta sangrienta y la ejecución de un dictador.

Era diciembre de 1989, y en esos días el jefe de la República Socialista de Rumania desde 1965 se aprestaba a terminar el Palacio del Pueblo (Casa Poporului), una construcción enorme e imponente que sigue siendo el segundo edificio más grande del mundo en extensión después del Pentágono, y uno de los monumentos más visitados de Rumania.

Una obra faraónica, que en los planes del dictador obsesionado por el culto a la personalidad debía no sólo mostrar la fuerza del estado rumano -en realidad al borde del colapso- sino funcionar como su residencia y punto de referencia de la vida política de su régimen. Actualmente el Palacio del Pueblo es sede del Senado, lugar de reuniones y destino para turistas, que atrae a varios miles de visitantes cada año.

 

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