SAVOIR VIVRE / FRANCIA

Platos con alas y patas

En Niza se encuentra el primer restaurante europeo que ofrece insectos en su menú gourmet.

Producir un kilo de insectos cuesta siete veces más que un kilo de carne. [ Ver fotogalería ]

Ficha

Región: ,

Ideal para:

Por Ansgar Haase (dpa)

El empresario Cédric Auriol recibe a los visitantes en su finca de Toulouse, sur de Francia, donde cría grillos y gusanos para el consumo humano. Según él, es el primero en Europa. Cayó en sus manos un estudio sobre los riesgos del crecimiento mundial de la población y, entre las soluciones al problema, estaba la entomofagia: el consumo de insectos. Se lanzó al negocio gracias a la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

Los criaderos son agradables. Los grillos crecen en cajas ventiladas y los gusanos viven en cajas negras de plástico con paja, en una zona más húmeda. Sólo los alimenta con harina de trigo, cebada, verdura y fruta, procedentes de cultivos biológicos. Asegura que, una vez secos, tienen un sabor especiado y seco. Se asoció con David Faure, dueño del restaurante “Aphrodite” en Niza, el primer local con una estrella Michelin que ofrece un menú a base de insectos.

Faure introduce gusanos en cubitos de puré de arvejas con espuma de zanahoria y elabora una crema de maíz con foie y grillos crujientes. En otros platos, los insectos son el aderezo del bacalao o están en bolitas de gelatina de whisky. “Siempre quise sorprender, pero al utilizar estas divertidas pequeñas bestias no se trata de saltar a los titulares, sino de descubrir nuevos sabores«, añade Faure.

Los clientes llegan atraídos por el menú de 59 euros llamado “Alternative Food”. En Kinsasa o Bangkok se consumen al año toneladas de insectos, por su alto contenido de proteínas, grasas y minerales. Según calcula Auriol, actualmente producir un kilo de insectos sale siete veces más que un kilo de carne: secar 40 grillos cuesta 12,50 euros. En el futuro, centrará su producción en obtener polvo y pasta a base de insectos, para barritas de cereal. Ahí, la barrera psicológica de los consumidores será menor.

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

diez + veinte =