36 HORAS EN QUEBEC, CANADÁ

Bonjour, Quebec

Casi totalmente francófona, es la historia viva del país y compite con Montreal por la preferencia de los turistas. Fotos.

Con cuatro siglos a sus espaldas, la ciudad del Frontenac, el castillo más famoso de américa, ofrece linaje, arte callejero y vida a la francesa. [ Ver fotogalería ]

Ficha

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Por Noah Rosenberg. The New York Times / Travel

Con contrastes crudos pero imperceptibles, fortificaciones antiguas que llevan a restaurantes chic y calles adoquinadas que ceden a bicisendas e innovadoras instituciones de arte, Quebec sigue siendo una de las ciudades más viejas de Norteamérica. Se sometió a una importante cirugía plástica en 2008, antes de su aniversario número 400, y la tan retrasada atención que la ciudad francófona recibió es más importante que sus nuevos hoteles boutique, sus parques revitalizados y sus relucientes centros culturales. Como centro histórico, cultural y culinario adyacente al río St. Lawrence ha emergido de la abrumadora sombra proyectada por su siempre popular vecino, Montreal.

DÍA 1. SUBIR BAJAR

En lo que respecta a la cocina, bien podría ser la París occidental, con su amalgama de estilos tradicionales franceses, nativos y quebequenses. En una angosta calle serpenteante del casco viejo de Quebec, Cafe Chez Temporel es un café francés deliciosamente clásico, con ventanales y música folclórica francesa de fondo, el mejor ambiente para comer un croissant perfecto (2 dólares canadienses, aproximadamente lo mismo en dólares).

La historia se siente al recorrer el casco viejo, declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, con calles sin autos, elevados monumentos y casas del siglo XVII. Puede desviarse por el opulento vestíbulo del hotel Fairmont Le Château Frontenac y caminar un paseo de madera que da al acantilado, pero para una perspectiva incomparable de la historia y la geografía de la ciudad se debe ir a las escaleras de la esquina de Rue St.-Louis y Côte de la Citadelle y subir la muralla que rodea el casco viejo. Es una de las fortificaciones más intactas de Norteamérica, y andará entre cañones y residentes que salen a tomar sol y pasear su perro.

Descienda en Rue St. Jean. Con sus coloridos edificios de ladrillos, bares y boutiques, la calle empinada se convierte en el vecindario chic de St.-Jean-Baptiste. Pare en Choco-Musee Erico para escuchar la historia del cacao. Después, examine clásicos en la Librairie St.-Jean-Baptiste.En Le Moine Echanson (585 rue St.-Jean), podrá cenar crème brûlée au foie gras y confit de pato estilo catalán pagando 120 dólares por persona. En La Cuisine (205 rue St.-Vallier Est) podrá probar platos quebequenses por 15 dólares por persona, con música de DJ en vivo.

DÍA 2. ARTE CALLEJERO

Empiece el día en el vecindario St.-Roch, donde se abrieron paso simultáneamente los artistas y empresarios. Bajando por Rue St.-Joseph está Morgan Bridge, una galería de arte callejero, y luego La Barberie, una de las mejores cervecerías artesanales, que elabora entre treinta y cincuenta tipos de cervezas, incluyendo sabor a sangría y té. En el vecino Grande Alle, una franja de centros nocturnos ejerce un feroz atractivo gravitacional sobre autos exóticos, celebridades y acróbatas.

DÍA 3. AL MERCADO

Antigüedades, arte y baratijas: eso es la calle Rue St.-Paul, en el vecindario Old Port. Pero esas palabras se intersectan en Machin Chouette, una tienda de diseño que vende artículos hechos a mano, como una lámpara elaborada con un triciclo antiguo (620 dólares). La mejor forma de vivir Quebec tal vez sea en bicicleta (18 dólares por dos horas), para recorrer Baie de Beauport, un parque con alquiler de kayaks, botes y veleros. Desde ahí continúe hacia Parc Lineaire, una red de caminos peatonales y bicisendas que sigue el St. Charles, un afluente del río St. Lawrence, pasando frente a jardines y chicos que juegan con sus barriletes.

Galería de fotos

  • Coordenadas: Quebec significa “donde se estrecha el río”, en relación con el angostamiento del río Saint Lawrence, sobre el que se fundó la ciudad en 1608, a233 km de Montreal.
  • La mejor ruta: En Despegar.com pueden consultarse vuelos de al menos dos escalas. Los impuestos encarecen los pasajes (desde $ 15 mil para mayo).
  • Hospedaje: el elegante Auberge Saint-Antoine está construido alrededor de una fortificación de cañones. Un cuarto, desde 169 dólares canadienses. Fairmont Le Château Frontenac es un palacio de 618 habitaciones en las alturas del caso viejo de Quebec. La doble, desde 199 dólares.
 

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