Aunque pensar en la capital checa remita a la Edad Media y a grandes patrimonios, la renovación turística no reconoce blasones. Las hamburguesas compiten con los pasteles; y el vino, con la cerveza. Un baño de pintura le cambió la cara al centro histórico, pero un alud de espacios artísticos, marcas y audacia hablan de un renacimiento checo. Foto: Cedoc Perfil
19/08/2014. Volver a la nota: Praga de Sur a Norte