ESTADOS UNIDOS

Memphis, reino de la música y cuna de los derechos civiles

Aquí nacieron el blues y el soul, pero en esta ciudad de Tennessee, sobre todo, comenzó la era del rock’n roll.

El B.B. King's Blues Bar es una pieza fundamental del resurgimiento de Memphis. [ Ver fotogalería ]

Ficha

Fuente: dpa

Jerusalén puede ser la capital mundial de tres religiones, pero Memphis es la cuna de tres estilos musicales. Aquí nacieron el blues y el soul, pero en esta ciudad de Tennessee, sobre todo, comenzó la era del rock’n roll. Y esta fama, a orillas del río Mississippi, se debe a un hombre que ni siquiera nació aquí: Elvis Presley. Este cantante sigue imprimiendo su sello a Memphis y atrae todos los años a millones de turistas. Cada 8 de enero se celebra en esta ciudad el 80 cumpleaños de «el rey» como si fuese un santo.

«El era el rey, y lo sigue siendo», dice Brandon Cunning. «Stunning Cunning» también es músico y adora a Presley, quien se trasladó a Memphis junto con sus padres cuando tenía 13 años. «John Lennon dijo alguna vez que antes que Elvis no había nada, y así fue. Él revolucionó el mundo, y las consecuencias las seguimos sintiendo hasta el día de hoy, cada día».

Cunnigs toca por la noche en la calle Beale Street, que hace poco fue elegida como la calle más animada de Estados Unidos, después de Bourbon Street en Nueva Orleans. Aquí hay una hilera de clubes y desde algún lugar siempre se oye música en vivo, incluso en pleno día. El B.B. Kings Blues Club es uno de los establecimientos más conocidos de la ciudad y además ayudó a Memphis a levantar cabeza.

«Después del atentado contra Martin Luther King, lo pasamos fatal», dice el gerente del club, Thommy Peters. «En aquel entonces, había tanques aquí, en Beale Street, y el asesinato nos paralizó durante décadas». No fue hasta la década de los 90 cuando la ciudad comenzó a despegar nuevamente. «En casi ninguna otra ciudad de Estados Unidos, los negros y los blancos conviven de forma tan armónica», dice Peters. «Realmente conviven, no unos al lado de otros, y esto se debe a la música».

Todavía existe el estudio donde Elvis grabó su primera canción. En el Sun Studio también grabaron sus primeros discos B.B. King, Ike Turner y Johnny Cash. «En realidad, Sam Phillips fue un moderador de radio, pero la música le parecía demasiado aburrida, por lo que decidió abrir su propio estudio de sonido», relata Lhana Deering. La música se graba por la noche en el estudio porque durante el día pertenece a los turistas. Quien quiere puede dejarse fotografiar con el micrófono que usaba Elvis para cantar.

El «Hotel Chisco» hace tiempo que dejó de ser un hotel. La casa tiene un aspecto ruinoso, pero también es un lugar de peregrinación. Desde este hotel, Dewey Phillips hizo un programa de radio y en julio 1954 puso el disco «It’s alright», de un camionero llamado Elvis Aron Presley. Phillips recibió más de 200 llamadas e incluso telegramas: ¡Por favor, otra vez! Puso el disco 14 veces durante la noche y desató una revolución mundial.

Con la fama llegó también el dinero, y Elvis compró Graceland por un costo de 100.000 dólares. En aquel entonces era mucho dinero, y Elvis invirtió después la misma cantidad en una remodelación. El resultado es una casa hecha a medida de Elvis que dice mucho de él y de sus gustos.

En el sótano de la mansión hay un cuarto para ver televisión. Tres televisores están empotrados juntos en la pared. Todo el cuarto está revestido de cuero amarillo, también el pequeño bar. En el salón de la selva ya no cae la cascada, pero una gruesa alfombra verde, colocada por motivos acústicos, sigue cubriendo el suelo, las paredes y el techo. Elvis grabó en este lugar seis canciones de su último álbum.

En un museo situado enfrente de la mansión están expuestos los automóviles de Elvis, entre ellos el famoso Cadillac rosado, que regaló a su madre. A pocos metros de distancia también se encuentran los dos aviones de su propiedad. El «Lisa Marie» era una Convair con capacidad para más de 100 pasajeros.

Graceland es una empresa millonaria perfectamente organizada. Un Disneyland del rock’n roll. Directamente enfrente de la mansión hay varios restaurantes y 11 tiendas de souvenirs que comercializan el recuerdo de Presley. Todo gira en torno a un joven que se crió en condiciones de pobreza.

La pobreza también fue el motivo de una huelga de los trabajadores, en su mayoría negros, del servicio de limpieza de Memphis. Recibieron apoyo de un premio Nobel de la Paz: Martin Luther King. En la noche del 4 de abril de 1968, King salió al balcón de un modesto motel. De repente fue alcanzado por una bala. Una hora después fue declarado muerto.

Hoy, el «Lorraine Motel» es el Museo Nacional de los Derechos Civiles. La reforma costó 17 millones de dólares. El museo describe la lucha de los negros desde su esclavización, hace 400 años, hasta el presente. Los restos de un autobús, que por el hábil uso de la iluminación parece arder, recuerda al año 1961 cuando varios interventores electorales fueron atacados por racistas.

«The kissing case», el caso del beso, forma parte de la exposición en el Museo Nacional de los Derechos Civiles en Memphis, Tennessee. «Estoy orgulloso de este país», dice James. «Estoy orgulloso de que este país se enfrente al pasado y también de que haya podido elegir a un presidente negro. Puede ser que a uno no le guste, pero fue elegido, y quien haya vivido esos viejos tiempos sabe lo que esto significa».

 

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