PRIMAVERA EN EUROPA

Los campos de tulipanes de Holanda, un paseo al encanto

Aalsmeer, un pequeño municipio cercano a la capital holandesa, es considerado la capital de las flores en el mundo. Fotos

En la ciudad de Lisse se encuentra el jardín de Keukenhof, con una impresionante colección de flores e híbridos de diferentes especies y por supuesto, tulipanes. Foto: dpa [ Ver fotogalería ]

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¡Por todos lados hay tulipanes! Empaquetados en cajas de plástico de color marrón claro, las coloridas flores esperan en la mañana en las naves de almacenamiento de Flora Holland a ser enviadas a todas partes del mundo. Poco después, el cargamento multicolor se desplazará en 2.000 camiones refrigerados por autopistas hacia Escandinavia y Polonia, Austria e Italia, Francia y el Reino Unido. O Solo unos pocos kilómetros hasta el aeropuerto Schiphol para llegar en avión a Japón, Estados Unidos y Rusia. Las flores cortadas no se envían desde Ámsterdam, sino desde Aalsmeer, un pequeño municipio cercano a la capital holandesa que es considerado como la capital de las flores en el mundo.

Flora Holland es una unión cooperativa de 5.000 floricultores de Holanda, Bélgica, Francia y África, explica José Hougee a los visitantes que han acudido temprano en la mañana a las gigantescas naves industriales. «La superficie total de nuestras naves es más o menos igual a la del principado de Mónaco», dice Hougee, encargada de atender a los visitantes. En primavera, los tulipanes son el principal producto de exportación de Holanda, un negocio muy grande con ventas por varios millones de euros.

En la subasta de flores hay hasta 350 compradores sentados como en una aula universitaria delante de sus computadoras escuchando las ofertas de los subastadores. En las salas de subastas se promueve la venta de la mercancía en diez grandes relojes. En el Wallstreet de las flores se vende cada cuatro segundos un lote. De esta manera, se realizan cada día hasta 144.000 transacciones.

¿Qué tipo de tulipán entre las 350 variantes que se ofrecen tiene en qué país una demanda especialmente grande? ¿Cuándo se celebra el Día de la Madre en Francia? ¿Cuándo en Alemania? ¿Qué tipo de flores llevan tradicionalmente los alumnos en Rusia a su primer día de clase? Quien no sabe responder a estas preguntas puede perder rápidamente una gran cantidad de dinero en la mayor bolsa de flores del mundo.

La subasta de flores en Aalsmeer existe desde hace más de 100 años. El comercio de las coloridas flores comenzó en 1912, en un bar. «Floricultores y comerciantes de Aalsmeer se encontraban allí, algo que era normal en el pueblo«, relata Hougee. Estos pequeños encuentros fueron el origen de lo que décadas más tarde llegaría a ser la mayor bolsa de flores del mundo. Los turistas en Ámsterdam muchas veces compran los tulipanes en el mercado de flores situado junto a la torre Munttoren.

Un total de 18 vendedores han montado sus puestos a orillas del canal Singelgracht, pero solo quedan dos que ofrecen flores cortadas frescas. «Los tiempos cambiaron«, lamenta Jan Stiens, uno de los comerciantes. Antes, los antepasados de Stiens llevaban las flores en barco de Aalsmeer a Ámsterdam, pero eso ya terminó. «En aquel entonces, los amsterdameses nos compraban para el fin de semana arreglos de flores frescas. Actualmente, compran las flores en el supermercado«. Stiens y sus colegas viven de los turistas.

En el Museo del Tulipán, situado junto al canal Prinsengracht, los visitantes se enteran de que comerciantes trajeron los tulipanes a mediados del siglo XV a través de Constantinopla a Holanda. El botánico Charles d’Écluse se convierte en 1593 en director del jardín botánico en Leiden, donde planta tulipanes.

En la segunda mitad del siglo XVII, la Edad de Oro de Holanda, las exóticas flores son un símbolo de prestigio y prosperidad. Las variedades con patrones en los pétalos eran consideradas como muy especiales y, por tanto, eran las más caras. Al parecer, algunos ejemplares llegaron a venderse a un precio equivalente al valor de una casa situada junto a un canal de Ámsterdam.

El comercio especulativo de bulbos de tulipán hizo que los precios en el invierno de 1636/37 alcanzaran niveles astronómicos, hasta febrero de 1637. En pocos días, el mercado se derrumbó y la burbuja especulativa estalló. Hoy no puede ocurrir semejante colapso. «Cuando aquí florecen los primeros tulipanes, el invierno finalmente ha terminado y comienza un nuevo año floral«, dice la floricultora Annemieke Damen de la ciudad de Hillegom. En el campo de cultivo de Damen, 200.000 tulipanes de más de 250 tipos diferentes forman un mosaico multicolor. La floricultora permite que la propia gente recoja los tulipanes. Lo hacen no solo vecinos de Hillegom que llegan en bicicleta, sino también turistas que vienen en autobuses y desde cruceros.

Cuando llega la primavera, también abre sus puertas, en la cercana localidad de Lisse, el parque floral Keukenhof, este año del 20 de marzo al 17 de mayo. En el parque, de 32 hectáreas, más de siete millones de tulipanes, narcisos y jacintos exhiben su colorido esplendor. Durante el período de apertura llegan unos 800.000 visitantes de todo el mundo. Quien busque un poco de tranquilidad, por ejemplo para sacar fotos, sin la presencia de esas masas, debería viajar entre semana a Lisse y acudir al Keukenhof a las ocho de la mañana, cuando se abren las puertas.

En 2015, el Keukenhof llega a la edad de 65 años. «Sin embargo, nosotros aún estamos lejos de jubilarnos. Nosotros somos y seguimos siendo el escaparate único de nuestros floricultores«, dice Annemarie Gerards-Adriaanens, gerente de marketing del Keukenhof. Este año, el parque rinde homenaje, con motivos florales, al célebre pintor holandés Vincent van Gogh, quien falleció hace 125 años.

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