CIUDAD DE MÉXICO

El mayor fan de Harry Potter convirtió su casa en un museo

Un mexicano acumula más de 4.000 objetos sobre la famosa saga y asegura que dedica unas 16 horas diarias a la promoción, ampliación y mejora del museo.

Asher Silva sostiene un búho sobre su brazo en la zona exterior del museo de Harry Potter. [ Ver fotogalería ]

Ficha

Región: ,

Ideal para:

Un fanático de Harry Potter. Así se considera el mexicano Asher Silva, que posee el récord Guinness por la mayor colección de objetos sobre la saga y que, a sus 38 años, ha decidido abandonar su profesión de abogado para pasar a administrar un museo sobre el aprendiz de mago que acaba de abrir en su propia casa. El jardín fue transformado en un pequeño campo de Quidditch, una de las paredes simula ser la entrada a la Cámara Secreta, mientras que las escaleras que ascienden a la zona privada de la vivienda señalan el camino a la prisión de Azkaban. Y es que todo está pensado para que cuando el visitante entre en el museo sienta «el poder energizante de la magia».

La saga de libros que la escritora británica Joanne K. Rowling comenzó a publicar en 1997 inspiró la vida de Silva, hasta el punto de ser conocido con el sobrenombre de «Asher Potter». Silva, que dice identificarse con el personaje de Albus Dumbledore (el director de la escuela Hogwarts, a la que asistía Harry), acumula más de 4.000 objetos sobre la famosa saga y asegura que dedica unas 16 horas diarias a la promoción, ampliación y mejora del museo, con el objetivo de «que la gente venga a este lugar y viva una experiencia mágica«.

«Cuando comencé la colección nunca pensé que iba a dejar de comprarme ropa, ir al cine, al teatro o de vacaciones porque todos mis ingresos irían destinados a comprar objetos sobre la saga. Hasta dejé la profesión de abogado a la que me dedicaba«, dijo Silva en una entrevista con la agencia dpa. Fiel defensor de valores como la bondad, la virtud, la lealtad y la amistad verdadera, Silva comenzó a adorar la historia del mago al percatarse de que todos ellos estaban representados en los libros que catapultaron a la fama a Rowling, por la que -confiesa- daría «cualquier cosa» con tal de conocerla.

«Espero tener la dicha de vivir para poder darle las gracias a J.K Rowling. Si la tuviese enfrente creo que lo único que saldría de mi boca sería ‘thank you’, hasta he tomado clases de inglés para poder hablar con ella pero no tengo la soltura«, relató.

Aunque el récord Guinness certificó que había 3.097 piezas en su colección, Silva logró superar las 4.000. Lleva 15 años dedicados a recopilar todo tipo de objetos relacionados con las aventuras del mago, y es que su vida dio un giro inesperado cuando de forma casual llegó el primer libro a sus manos.

««La Piedra Filosofal» llegó a mí porque una amiga me lo prestó. No lo busqué, no era tan asiduo a la lectura y de hecho, cuando vi la portada, pensé que no era para mí. Una noche que no tenía nada que hacer comencé a leerlo y no paré hasta terminarlo, a partir de ese momento empecé a enloquecer con Harry Potter«, confesó.

Poco a poco, Silva se convirtió en una reconocida figura entre los coleccionistas de objetos de la saga. Tal es su fama que ya no puede aceptar más solicitudes de amistad en su cuenta de Facebook y no tiene tiempo para contestar a todos los mails que recibe; su historia se ha hecho mundialmente famosa y aficionados de la historia de Rowling de los cinco continentes tratan de ponerse en contacto con él.

De hecho, su museo es un punto de encuentro para los mexicanos que adoran las aventuras de Potter y sus dos inseparables amigos, Ron Weasley y Hermione Granger. No es extraño encontrarse en él a gente que ha transformado su aspecto para parecerse a personajes de la saga o que porta varitas, capas o bufandas de alguna de las casas de Hogwarts.

Dentro del museo instaló su primera tienda física Jorge Moreno, quien hasta ahora vendía objetos de Harry Potter por Internet y también le ha permitido a Elena Hernández abrir una cafetería donde se pueden encontrar algunos de los brebajes que adoran Harry y sus amigos.

La cerveza de manteca, que Harry define en los libros como la bebida más rica que jamás ha probado, es la favorita entre los visitantes al museo, aunque hay quien se decanta por probar los efectos de la poción de amor, la sangre de dragón o los multijugos (poción que en la saga sirve para tomar la apariencia de otra persona).

Harry Potter pasó a ocupar un lugar central en la vida de Silva y, por ello, este museo es mucho más que un lugar donde mostrar su colección. En él se acumulan recuerdos entrañables, como el cuadro en el que posan Harry, Ron y Hermione, el único regalo que recibió el coleccionista por el Día del Niño en toda su vida. Un lugar que le sirve para rendir homenaje a su madre, fallecida recientemente y con quien compartía la ilusión por abrir al público esta exposición.

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

5 + diecinueve =