AEROLÍNEAS

Si viajás en KLM, es posible que el copiloto sea el Rey de Holanda

El monarca holandés ejerce de incógnito como copiloto de la aerolínea holandesa y anteriormente pilotó aviones para la holandesa Martinair. Su gran sueño es pilotar un «Boeing».

Foto: KLM [ Ver fotogalería ]

Ficha

El rey Guillermo Alejandro de Holanda contó en una entrevista con el diario holandés «De Telegraaf» que desde hace más de veinte año lleva pilotando regularmente vuelos para KLM Cityhopper, una subsidiaria de la compañía de bandera holandesa más de dos décadas. Sus vuelos están dirigidos principalmente a viajeros de negocios en docenas de destinos europeos, en particular Reino Unido, Alemania y Noruega.

«Para mí lo más importante es que tengo un hobby para el cual necesito concentrarme por completo«, dijo el rey en la entrevista. «Tienes un avión, unos pasajeros y una tripulación y eres responsable de ellos. No te puedes llevar tus problemas contigo, tienes que desconectar por completo y concentrarte en otra cosa. Eso, para mí, es la parte más relajante de volar«.

Casado con la argentina Máxima Zorreguieta, el rey finalizó su servicio militar en la Marina Real a los veinte años y, después de una formación de varios meses en el Instituto Real de la Marina en Helder, embarcó en varios buques de la Armada. Pero su verdadera pasión es volar.

 

Tras licenciarse en Historia por la Facultad de Letras de la Universidad de Leiden, obtuvo el diploma militar de piloto en el 334 Escuadrón de Transporte del Ejército del Aire. Desde 1996, ejerce como copiloto de KLM y anteriormente pilotó aviones para la holandesa Martinair y su gran sueño es pilotar un Boeing.

Durante la entrevista, el rey holandés reveló también que estuvo entrenando para volar aviones Boeing 737, que pronto reemplazará a la flota Fokker 70 de KLM Cityhopper. «Es agradable la idea de volar a otros destinos un día, con más pasajeros, y recorrer distancias mayores. Ese es el motivo real para entrenar en un Boeing 737«, dijo.

Guillermo Alejandro dijo que ser copiloto le permite conservar su anonimato, incluso mientras se dirige a los pasajeros: «La ventaja es que siempre puedo decir que deseo a todos una cordial bienvenida en nombre del capitán y de la tripulación. Así que no tengo que decir mi nombre. Aunque la mayoría de los pasajeros no lo escuchan de todos modos«.

 

Nota publicada el 18 de mayo de 2017

 

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