DEPORTE

Swing con vistas imperdibles: destinos de golf en Europa en otoño e invierno

«El golf es como una droga: el que se entrega a este juego una vez ya no se puede desenganchar», dijo en una ocasión el periodista Harry Valérien. Muchos golfistas no quieren renunciar a su deporte incluso en las estaciones frías del año.

St. Andrews "Old Course" es, desde el siglo XV, uno de los campos de golf más conocidos a nivel mundial. [ Ver fotogalería ]

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«El golf es como una droga: el que se entrega a este juego una vez ya no se puede desenganchar», dijo en una ocasión el periodista Harry Valérien. Muchos golfistas no quieren renunciar a su deporte incluso en las estaciones frías del año.

A continuación, una selección de campos europeos que son especialmente atractivos en otoño e invierno:

 

1. St. Andrews «Old Course» (Escocia)

Esta ciudad universitaria y meca de los aficionados al golf es, desde el siglo XV, uno de los lugares más conocidos a nivel mundial para practicarlo. Muchos se dejan una pequeña fortuna para experimentar -por una vez en la vida- la expriencia de jugar en el «Old Course», disfrutando de una panorámica de edificios históricos, dunas de arena y el sonido del mar de fondo.

El grado de dificultad de este clásico entre los «links» está fuertemente supeditado a las condiciones meteorológicas. Desde noviembre hasta marzo es temporada baja y por ello es más asequible realizar una visita a la «vieja dama», como se conoce popularmente al campo, que en temporada alta. El mantenimiento anual en invierno puede provocar, sin embargo, que parte de los 100 búnkeres se encuentren fuera de servicio. (www.standrews.com).

 

Royal Hague Golf and Country Club (Holanda)

La historia del golf también se puede experimentar en el campo más antiguo de Holanda. Según las tradiciones, ya en el siglo XII se empujaban bolas de fresno con ayuda de palos sobre lagos y ríos helados. Esta joya, que cuenta con 18 calles en un exigente paisaje de dunas apto para jugar durante todo el año, fue fundada en 1893 en la localidad de Wassenaar, en el sur de país, a las puertas de La Haya. Los horarios de juego para los invitados se adjudican de lunes a jueves antes de las 11 y después de las 14:00 horas, y los viernes antes de las 11:00 horas. (www.khgcc.nl).

 

Ballybunion Golf Club (Irlanda)

En Irlanda, paraíso del golf, los deportistas también deben ser resistentes a las inclemencias del tiempo. En realidad, en cada temporada, pero especialmente en otoño e invierno porque es en esta época cuando se pueden llegar a experimentar todas las estaciones del año en un solo día. La isla tiene registrados más de 400 campos de golf.

Los expertos consideran Ballyunion uno de los más exigentes de Europa y no solo por lo cambiante que es su tiempo, que pasa del sol al granizo en cuestión de minutos. Junto al campo construido en 1896 hay un segundo «links» creado en 1984. Situado en lo alto de los acantilados del Atlántico, con vistas a la playa de arena que se encuentra abajo y sus olas atronadoras, el «green» exige sin embargo absoluta concentración. Quien quiera disfrutar de Ballyunion sin tener carnet de socio solo puede hacerlo en otoño. A partir del 6 octubre el club hace una pausa de invierno para invitados (www.ballybuniongolfclub.ie).

 

Castlegregory Golf Links (Irlanda)

Tan solo unos kilómetros más lejos en la costa irlandesa, entre el idílico lago Gill y la bahía de Brandon, se encuentra el campo de golf de Castlegregory, abierto durante todo el año. «Solo cerramos el día de Navidad», explica Joan, de la secretaría del club, y añade con la típica cordialidad irlandesa: «Los invitados también son bienvenidos siempre, somos un club muy amable.» El pequeño pero elegante campo de nueve hoyos también es transitable para principiantes. Las espectaculares vistas entre Brandung y el monte Brandon, que sobresale en el fondo por encima de todo, también invitan a los golfistas más experimentados a lanzar unas bolas. (www.castlegregorygolflinks.com).

 

Real Club de Golf Sotogrande (España)

Durante el invierno los amantes del golf encontrarán el sol en el sur de Andalucía, a unos 20 kilómetros al norte del famoso peñón de Gibraltar. El Real Club de Golf Sotogrande abrió sus puertas en 1964 en la Costa del Sol. El arquitecto de campos de golf americano Robert Trent Jones celebró aquí su debut europeo: restricciones de agua, doglegs, calles y búnkeres en un paisaje subtropical-mediterráneo de ensueño de «greens» planos, alcornoques y palmeras aisladas. Ubicado entre el río Guadiaro y el puerto, el club, que cuenta con 27 hoyos y dos campos, atrae a sus clientes con sus «condiciones de juego ideales durante todo el año». (www.golfsotogrande.com).

 

Maspalomas Golf (España)

En invierno también se puede seguir puliendo el swing perfecto en Gran Canaria, con fantásticas vistas y rodeado del Parque Natural de las Dunas de Maspalomas. Es como si se hubiera encontrado un oasis del golf entre el mar y las dunas. Este campo de 18 hoyos, que abrió en 1968 y está situado directamente a orillas del océano Atlántico, es plano, alargado y cuenta con calles amplias y anchas flanqueadas por palmeras. Los vientos aliseos convierten el campo, que normalmente es sencillo, en un reto en los días de tormenta. Aquellos jugadores que adoren el sol son bienvenidos en Maspalomas Golf todos los días del año. (www.maspalomasgolf.net).

 

Villa d’Este (Italia)

El Villa d’Este, fundado en 1926 y uno de los clubes más antiguos de Italia, es especialmente conocido por su «hoyo número 19»: el edificio del club, construido en un estilo rústico y con un elegante interior de aspecto italiano. Igual de refinadas son sus estrechas y largas calles, unas veces onduladas, otras con colinas y a menudo escalonadas. El campo está rodeado de una arboleda de robles, castaños, abedules y pinos, y a lo lejos se vislumbran las cumbres de las montañas.

En el green del 18 se decidió numerosas veces el Abierto de Italia. Y es que Villa d’Este está considerado uno de los campos de par 69 más difíciles de Europa. Los invitados pueden probar sus conocimientos de marzo a diciembre. El club se encuentra a 1.200 metros de altura cerca del lago de Montorfano, por lo que en diciembre hay que abrigarse ya que la temperatura media es de tres grados. (www.golfvilladeste.com).

 

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