CANAL DE LA MANCHA

Ni británica ni francesa: Guernsey es una isla muy especial

Un gin singular, lecheras especiales y un clima extraordinariamente templado: la Isla de Guernsey, en el Canal de la Mancha, es un lugar peculiar que no pertenece totalmente ni a Reino Unido ni a Francia.

Guernsey en otoño: el clima de la isla es relativamente suave en todas las estaciones. [ Ver fotogalería ]

Luke Wheadon tiene un buen olfato y un paladar fino. Sin embargo, tenía un problema con el gin. «A mí nunca me gustaban los destilados que se venden en el mercado. Nunca he bebido un gin tonic«, dice. Sin embargo, Wheadon, cocinero de profesión que posee un hotel en la pequeña isla de Guernsey, tuvo una idea. «Siempre hemos recogido hinojo marino, que aquí crece por todas partes en las rocas pelonas de la costa, directamente sobre el límite del agua«, relata Wheadon. Los pepinos y los pomelos rosados se combinan bien con el sabor de esa planta, que aquí llaman Rock Shampire. Wheadon agregó otras 13 hierbas y especias. «Luego comencé a elaborar mi propio gin con una pequeña caldera de cobre«. Wheadon encaja bien en una isla que en muchos aspectos es especial.

Luke Wheadon elabora su propio gin en su hotel boutique «Bella Luce». Ver galería de fotos


Guernsey está más cerca de Francia que de Reino Unido pero no se siente realmente parte de ninguno de estos dos países. La isla pertenece a la Corona británica y emite su propia libra esterlina. Luke Wheadon parece haber dado en el blanco con su gin. Casi no da abasto para producir su destilado. Hasta 40 botellas diarias se producen en un bar del hotel boutique «Bella Luce», uno de los bonitos edificios de piedra que abundan en la isla. Otro bicho raro en Guernsey es Trevor Rogers-Davis, quien fabrica las típicas lecheras que los campesinos llevaban en el pasado a los campos. «Hoy están hechas de cobre, antaño de hojalata«, dice Rogers-Davis, que se dedica al oficio manual en la antigua mansión Sausmarez Manor. «Actualmente, soy la única persona en el mundo que aún sabe fabricar estas lecheras«, asegura.

Hauteville House fue la residencia de Victor Hugo en Guernsey. Ver galería de fotos


Peter de Sausmarez es el dueño de la antigua mansión, considerada como la mejor conservada en la isla. El hombre comercia con esculturas, de las que hay decenas en el jardín, que merece una visita. También vale la pena ver las plantas. «Aquí crecen 40 variedades de bambú, varios plátanos, helechos y jengibre». Muchos arbustos y árboles no podrían sobrevivir siquiera en el sur de Inglaterra. En Guernsey, sin embargo, el clima es perfecto. «Aquí casi nunca hay heladas y en verano no hace demasiado calor».

También Víctor Hugo disfrutaba de la vegetación en la isla. El gran escritor francés, que causó sensación con el libro «Nuestra Señora de París», vivió entre 1856 y 1870 en su residencia Hauteville House, que todavía hoy se puede visitar. Hugo trabajó en la parte superior de la mansión. A través de las numerosas ventanas tenía una vista magnífica de su jardín y del mar. Miraba hacia Francia, su patria, de la que fue expulsado cuando se opuso al golpe de Estado con el que Napoleón III se entronizó como presidente vitalicio en 1851. Víctor Hugo sentía que esta isla era singular por mezclar influencias de dos países para crear una identidad propia. «Un pedazo de Francia que cayó al mar y que fue recogido por Inglaterra«, constató el escritor.

Guernsey es una isla verde y tranquila. Ver Galería de fotos


 

 

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