ARTE Y CULTURA

Bruselas homenajea al pintor Brueghel a 450 años de su muerte

Brueghel y Bruselas van de la mano. El pintor y la capital de Bélgica tienen mucho más en común que las primeras letras de su nombre. La celebración del 450 aniversario de la muerte del artista flamenco es una buena ocasión para visitar la ciudad y comprobar este vínculo.

Una estatua de Pieter Bruegel frente a la Iglesia de Nuestra Señora de la Capilla en Bruselas. [ Ver fotogalería ]

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(12/03/2019) Brueghel y Bruselas van de la mano. El pintor y la capital de Bélgica tienen mucho más en común que las primeras letras de su nombre. La celebración del 450 aniversario de la muerte del artista flamenco es una buena ocasión para visitar la ciudad y comprobar este vínculo. Pieter Brueghel el Viejo, cuya fecha de nacimiento se calcula entre 1525 y 1530, murió el 9 de septiembre de 1569, Vivió primero en Amberes y luego en Bruselas. Fue un observador tan preciso que, siglos más tarde, los médicos pudieron determinar qué enfermedades sufrían los personajes de sus cuadros: desde polio o sífilis en segundo grado hasta cinco tipos distintos de trastornos oculares. Estas enfermedades eran desconocidas en esa época. Brueghel solo plasmó los síntomas.

El Museo Real de Bellas Artes de Bélgica (KMSKB) en Bruselas tiene la mayor colección de obras de Brueghel después del Museo de Historia del Arte de Viena. Se conocen apenas 40 pinturas del pintor flamenco. Sin embargo, cada uno de los grandes cuadros de Brueghel contiene innumerables imágenes pequeñas, objetos ocultos con cientos de figuras y escenas de la vida cotidiana en las que siempre se descubre algo nuevo. Por ejemplo, un deportista de invierno que se ata los patines o un hombre con los restos de una bola de nieve pegada a la espalda. Brueghel es un pintor de veranos alegres y creador de paisajes invernales. Este género era completamente desconocido antes de él.

El patio de los Museos Reales de Arte en Bruselas, que exhibe varias obras de Bruegel. 


El KMSKB posee dos de los grandes cuadros de invierno de Brueghel: El «Censo de Belén» y el «Paisaje nevado con patinadores y trampa para pájaros«. Estas obras también son interesantes desde un punto de vista meteorológico porque documentan la Pequeña Edad de Hielo, un período frío que afectó Europa en el siglo XVI. Uno de los óleos expuestos más significativos es «La caída de los ángeles rebeldes», inspirado en un pasaje del apocalipsis: el arcángel Miguel expulsa a Lucifer, quien se rebela contra Dios.

En el «Brueghel Box», en la planta baja del museo, el visitante puede recorrer los innumerables detalles de la pintura gracias a una animación en 3D. La lucha de los ángeles está llena de referencias a la entonces recién descubierta América. Un pez globo, originario de los océanos Pacífico e Índico flota en el cielo o las plumas indias adornan la espalda de un demonio pelirrojo. Brueghel conocía estos detalles exóticos porque fueron representados en obras impresas. Los libros condujeron a una explosión de conocimiento en el siglo XVI. Eran accesibles para todos y se podía obtener información de primera mano. Bruegel conocía bien esta tecnología.

El Grote Markt (Gran Mercado) en el corazón de Bruselas. 


Desde el 15 de octubre de 2019 hasta el 15 de febrero de 2020, la Biblioteca Real de Bruselas mostrará sus grabados en blanco y negro, que gracias a la imprenta se conocieron en toda Europa mientras el pintor aún vivía. Muy cerca del museo KMSKB se encuentra el populoso barrio de Marolles y la casa de ladrillos en la que presumiblemente vivió el artista. Se sabe que un descendiente suyo, el pintor David Teniers, residió aquí y que en una de las habitaciones de la vivienda en la calle Hoogstraat 132 Brueghel pintó «La muerte de la Virgen».

Los años de Brueghel en Bruselas se desarrollaron en una época de gran tensión religiosa y política: fue el comienzo de la revuelta de los Países Bajos, que en ese momento abarcaba a todos los estados actuales de Benelux, contra su soberano, el archicatólico rey español Felipe II. Los cuadros de Brueghel marcan una distancia con la iglesia: nunca pintó santos o figuras bíblicas idealizadas o brillantes, sino como personas de su propio mundo: María y José son parte de una familia de refugiados que se trasladan a un pueblo cerca de Bruselas, según refleja unos de sus cuadros en el KMSKB. Poco antes de su muerte, Brueghel habría pedido a su esposa que quemara algunos de sus dibujos porque sus inscripciones eran «demasiado mordaces y burlonas». Este espíritu de rebelión también está representado en Bruselas por el Manneken Pis, la estatuilla de un niño orinando en una fuente y que este año cumple 400 años.

Un símbolo de Bruselas: el «Manneken Pis». 


D.S.

 

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