HÁBITAT Y MEDIO AMBIENTE / REINO UNIDO

Con 3.000 parques y 144 reservas, Londres se autoproclamó Parque Nacional Urbano

Una iniciativa ciudadana logró que el alcalde, Sadiq Khan, se comprometa a crear una ciudad más verde, más sana y con mayor conexión con la naturaleza.

Para algunas voces críticas, la medida no tiene sentido si no se paralizan obras como la de la ampliación de Heathrow o se aborda el problema de la contaminación. [ Ver fotogalería ]

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Publicado el 24 de julio de 2019

La ciudad de Londres se proclamó «parque nacional urbano» para reivindicar los más de 3.000 parques, 144 reservas naturales, 30.000 huertos y 13.000 especies diferentes que habitan en la capital británica. El objetivo de la propuesta del alcalde Sadiq Khan es incentivar a sus casi nueve millones de habitantes para que los disfruten y se beneficien de ellos. La idea nació como una visión del profesor Daniel Raven-Ellison, al que le gustaba llevar a su hijo a explorar los bosques desconocidos de los alrededores de la ciudad. El hombre buscaba formas para mostrar a sus alumnos el lado humano del estudio de los terrenos y paisajes, pensó que convirtiendo la capital en un parque nacional conseguiría mostrar sus recursos, que se estiman entre un 35% y un 45% de espacios verdes, según The Guardian.

En 2014 este profesor de Geografía creó una página web donde mostraba sus planes y empezó a promocionarla entre las organizaciones vecinales y los distintos distritos. Un año más tarde, a través de una campaña de crowdfunding, consiguió reunir más de 32.000 libras que sirvieron para financiar nuevas charlas, escribir a las autoridades y realizar eventos para promocionar el proyecto. Finalmente, en marzo de 2018, la mayoría de los políticos del ayuntamiento con el apoyo del alcalde aceptaron que Londres se convirtiera en el primer parque-ciudad nacional del mundo. El alcalde, que también financió como parte de este proyecto la plantación de más de 170.000 árboles en los últimos dos años, asegura que su ambición es aumentar un 10% el número de arboledas y lograr que los espacios verdes ocupen más de la mitad del suelo urbano.

A pesar del entusiasmo que el parque urbano nacional ha suscitado (en este momento, Newcastle y Glasgow están buscando formas de seguir los mismos pasos, así como Toronto en Canadá y Adelaida en Australia), hay quienes lo observan con cierto escepticismo. Para algunos la iniciativa no tiene sentido si no se paralizan obras como la de la ampliación de Heathrow o se aborda el problema de la contaminación. Sin embargo, como señala el periodista del New Scientist, Graham Lawton, muchos lugares con gran biodiversidad han sido creados por el hombre y otros como el parque natural de Lake District se mantienen de forma artificial con la financiación de actividades pintorescas pero con poco valor ecológico, como el pastoreo de ovejas.

La fundación WWT es una de las 60 organizaciones que apoyaron la idea para convertir Londres en parque nacional en una época en que las grandres ciudades ofrecen un hábitat para muchos animales y plantas que se adapataron a sus parques, jardines y descampados. Un análisis global de 54 ciudades en cinco continentes realizado en 2014 por la Royal Society mostraba que el 20% de las especies de aves conocidas vive en poblaciones urbanas y mamíferos como los coyotes, los babuinos o los jabalíes pueden encontrarse respectivamente en Chicago, Ciudad del Cabo o Berlín. Londres tiene un 48% de espacios verdes y azules, casi una quinta parte de su territorio está cubierta por árboles y cuenta con más de 13.000 especies, pero es también una megalópolis, con cáos de tránsito y calles de asfalto.

“Lo más importante de nuestro parque nacional no es qué tiene sino para qué sirve”, explica Raven Ellison. “Cada vez hay más estudios que señalan los enormes beneficios físicos y psicológicos de los espacios verdes. Un parque nacional ayudaría a protegerlos y, sobre todo, comunicaría a la gente que dispone de parques fantásticos con una biodiversidad impresionante. Seguramente, hasta aparecerían en las guías de turismo”. «La propuesta de constituir un parque nacional urbano como Londres es más una visión, un movimiento y un lugar», explica Tim Webb. «Es una licencia para que todo el mundo que viva o visite esta ciudad puedan crear una capital más verde, más sana y con mayor conexión con la naturaleza. Imagina qué ocurriría si cada londinense plantara algo verde en un metro cuadrado de lo que ahora es cemento o asfalto. O si invirtiera en paneles solares –según las últimas investigaciones, necesitaríamos menos del 9% de su superficie para proveer electricidad a toda la población, lo cual se puede conseguir fácilmente usando terrazas, paredes o aparcamientos–».

D.S.

 

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