Próxima escala, Qatar: sede del Mundial 2022 y el país más rico del mundo

El país desértico de Qatar se extiende como si fuera un pulgar en el Golfo Pérsico, pero este territorio aparentemente insignificante esconde un tesoro.

El estadio Al-Rayyan-Stadion de Catar, uno de los ocho espacios en los que se disputará la copa del mundo 2022. Foto: Supreme Committee for Delivery & Legacy [ Ver fotogalería ]

Ficha

(Publicado el 12 diciembre de 2019)

Las fachadas color pastel con sus balcones se ven impecables. Sobre el canal se ve un paso que se parece al puente de Rialto de Venecia, pero en miniatura. El restaurante «Nova Venezia» ofrece, según dice, auténtica comida italiana. De repente, pasa delante de un café un Rolls Royce al que se sube una mujer muy maquillada vestida con una abaya negra y gafas de sol.

Esta pequeña Venecia híper pulcra se encuentra en The Pearl, una isla artificial en Doha, la capital del emirato de Qatar. El barrio es apenas una pequeña parte de este mundo de película con hoteles de lujo, boutiques exclusivas, muelles para yates, mansiones sobre la playa, complejos de apart-hotel y restaurantes gourmet. La idea es que en algún momento vivan en esta «Riviera árabe» hasta 45.000 personas.

Una riqueza opulenta

Una visita al Museo Nacional de Qatar, super moderno y elegante. Foto: Philipp Laage/dpa

El país desértico de Qatar se extiende como si fuera un pulgar en el Golfo Pérsico, pero este territorio aparentemente insignificante esconde un tesoro. Allí en 1939 se encontró petróleo y más tarde la mayor superficie con gas natural del mundo, un hallazgo de importancia geoestratégica. Es por eso que el emir Tamim bin Hamad Al Thani no necesita cobrar impuestos a los ingresos.

En este rico país se celebrará el Mundial de Fútbol de 2022. Este gran proyecto va bien con un país que busca posicionarse cada vez más en el escenario mundial y que cuenta incluso con su propio imperio mediático, Al Jazeera TV.

En este rico país se celebrará el Mundial de Fútbol de 2022. Este gran proyecto va bien con un país que busca posicionarse cada vez más en el escenario mundial y que cuenta incluso con su propio imperio mediático, Al Jazeera TV.

Sin embargo, sus vecinos árabes decidieron en 2017 un amplio bloqueo acusando a Qatar de financiar el terrorismo. Se congelaron negocios, se cancelaron vuelos, se expulsaron diplomáticos. Por eso Qatar también se esfuerza cada vez más en atraer turistas. Y también porque celebrará el Mundial de Fútbol en unos años.

Los trabajadores extranjeros como problema de imagen

El evento deportivo es al mismo tiempo una bendición y una maldición para la imagen del país. Desde la dudosa concesión de la celebración del Mundial en 2010 están bajo fuertes críticas las condiciones en las que trabajan los trabajadores extranjeros (sobre todo de India, Bangladesh y Nepal). ¿Hay que viajar a un país que lleva adelante una suerte de «esclavitud moderna», como se afirma una y otra vez?

La alemana Tania Flecht hace tours por el país. Su marido trabaja en Qatar Airways y ella es guía turística. De los 2,7 millones de personas que viven en Qatar, sólo alrededor de 300.000 son qataríes.

Papiro exhibido en la Biblioteca Nacional, donde se pueden estudiar las escrituras antiguas. Foto: Philipp Laage

Flecht se esfuerza visiblemente por mostrar una imagen positiva de Qatar y evita frases que puedan ser discutibles. Habla del jefe de Estado como «nuestro emir». Para construir el país, los qataríes recibieron «ayuda del subcontinente», añade.

En cuanto a los trabajadores foráneos, dice: «Todos ellos tienen un techo sobre la cabeza». En cuanto a la «vestimenta casta» de las mujeres locales, afirma: «Se visten así por su propia voluntad». ¿Matrimonios convenidos por los padres? «Es simplemente otra cultura que no comprendemos», asegura.

Por otro lado, Qatar tiene bastante que ofrecer desde el punto de vista turístico: museos espectaculares, joyas de la arquitectura, centros comerciales, el zoco y el desierto.

Un museo inspirado en la rosa de los vientos

El Museo Nacional de Qatar, construido en forma de la flor adenium, es la obra más nueva y emblemática del país. Foto: Philipp Laage

En marzo de 2019 fue inaugurado el nuevo Museo Nacional. El edificio del arquitecto estrella Jean Nouvel, que ya diseñó el Louvre de Abu Dhabi, está inspirado en una rosa de los vientos. Ninguna de las ventanas se parece a otra.

Los espacios interiores son amplios, hay enormes pantallas. Técnicamente, todo es impecable. Al parecer, los costos de construcción fueron de unos 400 millones de euros (442 millones de dólares).

Allí, los visitantes pueden aprender, por ejemplo, algo sobre la historia de la región antes del boom petrolero, como que los buceadores que buscaban perlas se sumergían hasta 50 veces al día, sin antiparras. Muchos de ellos quedaron ciegos.

También está el Museo de Arte Islámico, diseñado por I.M. Pei e ianugurado en 2008. Allí hay hermosos tapices, cerámicos, escritos históricos y armas de todo el mundo islámico.

Education City: La «Vision 2030» de Qatar

La cultura y la educación son los dos pilares de «Vision 2030», el proyecto de Qatar lanzado hace algunos años. En ningún otro lado esto se ve tan claramente como en Education City. Uno de sus sitios más llamativos es la biblioteca nacional con más de un millón de libros. Se trata de obras de valor histórico que pueden estudiarse allí mismo.

Frente al Sidra Medical and Research Center, una de las clínicas más caras del mundo, se observan 14 esculturas de bronce que pesan toneladas. Detrás de ellas vuelve a haber un gran nombre: Damien Hirst. «The Miraculous Journey» muestra de forma explícita las distintas etapas del embarazo, desde la fecundación del óvulo hasta el recién nacido.

¿Es Italia? No, es una toma de la isla artificial The Pearl en Doha, emulando Venecia. Foto: Philipp Laage

Un crepe de chocolate en el zoco

Quien busca vida en Qatar por fuera del hotel debería dirigirse por la noche al zoco de Waqif, incluido el mercado de pájaros. Allí se puede pasear por callecitas estrechas con negocios bien iluminados.

Hay para comprar ropa y joyas pero también herramientas, artículos de electrónica y juguetes. Los turistas vienen aquí en busca de restaurantes bonitos. En la plaza es posible encontrar pequeños puestos en los que se preparan crepes de chocolate.

Qatar tiene bastante que ofrecer desde el punto de vista turístico: museos espectaculares, joyas de la arquitectura, centros comerciales, el zoco y el desierto.

Muy cerca, en el puerto, se ven innumerables barcos, algunos de los cuales se pueden alquilar. Los viejos barcos se dibujan contra los edificios altos y modernos: una combinación de tradición y modernidad. Sin embargo, en Qatar, la tradición se encuentra más bien en los museos. O detrás de las puertas cerradas.

Como turista, es difícil entablar diálogo con los locales. Tania Flecht, que vive en un barrio de expatriados, dice que no tiene amigos qataríes. «Viven en otras partes», justifica.

Por Philipp Laage (dpa)

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