Antes de la tempestad económica, Madrid parecía desesperada por convertirse en una copia de cualquier otra metrópolis europea, pero ahora la ciudad se siente más española otra vez. Inventiva, creatividad y reinvención borbotean en galerías de arte, talleres de diseñadores y museos. Para rebatir la caída en picada de muchos mercados de pulgas, el famoso Rastro de Madrid sigue creciendo. Sólo una de las muchas evidencias de que la capital de España tiene mucho para ofrecer a los turistas. Foto: Cedoc Perfil

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