BERESHEET HOTEL (ISRAEL). Su infinita piscina está suspendida al borde de un cráter de cinco millones de años, el Makhtesh Ramon, que se extiende a lo largo de una carretera desolada en medio del desierto del Néguev, a unas dos horas al sur de Tel Aviv. Según «Traveler», la piscina y la extraordinaria panorámica del Beresheet –»génesis» en hebreo–, lo convierten en un lugar de reflexión y relax. Cuenta con 111 habitaciones y un spa con nueve salas de tratamiento. Foto: Traveler / Web: http://www.luxury-hotels-israel.com/israel-hotels/beresheet-hotel