La tradición hindú asegura que quien muera en la ciudad de Benarés, o en un radio de 60 kilómetros, quedará liberado del ciclo de las reencarnaciones, y por tanto su alma descansará por completo, como lo hizo, según marcan las creencias hinduístas, una de las cuatro cabezas del dios Brahmá al llegar a la ciudad. Del mismo modo que la Meca para los musulmanes, Benarés es de visita obligada al menos una vez en la vida para los hinduístas, que purifican en las aguas del río Ganges todos sus pecados. Entre sus visitantes más ilustres destaca Mark Twain, que dijo de ella: «Benarés es más antigua que la Historia, más antigua que las tradiciones, más vieja incluso que las leyendas, y parece el doble de antigua que todas juntas». Foto: Traveler

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