Catalogado como monumento histórico en Suiza, el castillo de Chillon ocupa un terreno que ya fue usado desde la edad del bronce como enclave defensivo, siendo fortificado por los romanos y ocupado sucesivamente por la casa de Saboya y más tarde por los berneses, inspiró en el siglo XIX al poeta romántico Lord Byron algún que otro verso. Su efigie es reconocible en todo el país, siendo sus altas torres de hasta 25 metros de altura las que conforman una de las panorámicas más bellas del lago Lemán. Foto: Traveler

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