Resia es el lago más grande de la provincia Bolzano-Bozen, en Italia, situado a dos kilómetros de la frontera con Austria. Es un lago alimentado por tres ríos, Adigio, Rojenbach y Karlinbach y, como nos demuestra ese campanario que sobresale, se trata de un lago artificial que inundó la población de Graun. Bajo este lago se encuentran 163 casas y más de 500 hectáreas de tierras que, en su día, servían de cultivo. Lo único que se puede observar es el campanario -la leyenda local cuenta que todavía se pueden escuchar las campanas de vez en cuando, aunque éstas fueron quitadas hace años- y, en invierno, cuando se congela la superficie, se puede alcanzar a pie. Foto: Traveler

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

quince − 6 =