Los Juegos Olímpicos de 2008 actualizaron el tren subterráneo de Beijin, puesto en marcha en 1965, y se crearon nuevas estaciones acordes a la modernidad de las instalaciones deportivas creadas para el evento. Fastuosos halls diseñados con la delicadeza de una porcelana china. Foto: Condé Nast Traveler

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