Gran Bretaña es uno de los países que más se han esforzado en restaurar sus faros y darles una nueva vida. Un ejemplo es el Faro de Start Point, entre los pantanos de Dartmouth y Salcombe, construido en 1863. Actualmente consta de dos bonitas casas rurales con tres habitaciones cada una, salón con chimenea y unas vistas inmejorables sobre el mar. Para desayunar, el alojamiento sirve té inglés y pan recién horneado. Y lo mejor de todo: el faro aún sigue operativo.

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