La posada de montaña «Diavolezza» se encuentra en el cantón suizo de Grisonia, a una altura de 3.000 metros. Presume de tener el jacuzzi más alto del mundo, pero lo que impresiona mucho más es que en algunas noches, con luna llena, se puede descender en esquà desde la posada hasta el valle sin luz artificial alguna. La Luna ilumina de tal forma la nieve que cualquier esquiador puede deslizarse perfectamente sobre las pistas. En Engadina, a una altura de 2.456 metros, se encuentra la posada de montaña «Muottas Muragl», un edificio de bajo consumo energético que cuenta con una larga historia. Foto: dpa