Al hotel «Faulhorn», que en invierno cierra sus puertas, sólo se puede llegar a pie. Construido en 1830, allí hay agua corriente. El hotel ofrece una vista panorámica única de las montañas Eiger, Mönch y Jungfrau. También es el punto de partida de la pista de trineo más larga de Europa, de 15 kilómetros, que desciende hasta la comuna de Grindelwald. Foto: dpa

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