“Todos pagan su ‘alquiler’, así que aquí pueden trabajar, conocer gente o tomar un café sin que cada diez minutos alguien les pregunte si desean tomar algo más”, explica el dueño. Su filosofía: la gente está cansada del consumismo, pero sigue queriendo compartir su tiempo en algún lugar. Foto: Cedoc Perfil
18/05/2014. Volver a la nota: El café donde el tiempo es oro