La Colina de Vysehrad, República Checa. El diablo, san Lucas, san Longino, un cementerio vivo, treinta y cuatro fantasmas, y mil leyendas más que forman parte de la más enraizada tradición del país.La muerte se ha abierto paso entre sus murallas y ha dado lugar a diferentes leyendas. Cuentan que en lo que parecen ser los restos de una atalaya medieval, conocida como el Baño de Libuse, era donde la princesa alternaba con sus amantes, que una vez usados eran arrojados al río. Dicen también que entre sus rocas duerme un ejército de hidalgos que volverá de nuevo a la vida portando sus armas cuando la nación checa esté en peligro.

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