PATO PEKINÉS (CHINA). Se estima que su origen data de las lejanas épocas de la dinastía Ming (1368-1644) y suele decirse que este platillo era de los manjares predilectos de la familia imperial. Quizás por ello no es de sorprender que, aún en nuestros tiempos, el pato pekinés gobierne los paladares más exigentes. Para su preparación, el pato se cocina al horno y generalmente se sirve de dos maneras, por un lado con la piel crujiente y por otro en rebanadas de carne jugosa, al tiempo que los huesos se separan para luego preparar un exquisito caldo. A menudo, es acompañado de verdura y una salsa dulce que se utiliza para bañar cada pieza de pato.

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