MUSEO FALOLÓGICO DE ISLANDIA (HÚSAVIK, ISLANDIA). Sigurdur era un historiador que daba clases en un instituto de bachillerato islandés. También fue profesor en la universidad, donde se especializó en historia latinoamericana, y vivió una temporada en México. Hace cuarenta años le regalaron un pene de toro, con el que empezó la colección. Recopiló ejemplares de diversas especies y en 1997 abrió un museo en Reikiavik, la capital de Islandia. En 2004 se jubiló y se trasladó a Husavik, una pequeña ciudad de la costa norte, donde inauguró la nueva sede del museo, que recibe a unos 6.000 visitantes anuales. En la entrada del museo pueden contemplarse objetos de madera con forma de pene tallados por las hábiles manos de Sigurdur: el teléfono, la caja registradora, huchas, saleros, martillos, ceniceros… También se exponen objetos faloformes recopilados por medio mundo, como palos de golf. La “faloteca” posee penes de ballenas, osos polares, focas, morsas, toros, ratones, incluso uno de elefante, el único que Sigurdur tuvo que comprar. Los demás son piezas obtenidas y donadas por cazadores, campesinos y biólogos islandeses. www.phallus.is/
15/09/2014. Volver a la nota: Estos son los 20 museos más curiosos del mundo