Con imponentes iglesias barrocas, patios llenos de plantas y plazas populosas, es tentador ver a Oaxaca como reliquia fotogénica del pasado colonial de México. Pero la capital de uno de los estados más pobres del país y centro universitario estudiantil no es exótica ni está estancada; es una ciudad pequeña pero dinámica, con arte callejero que convierte las aceras de concreto en una galería pública. Combinado con una vibrante cultura del café, vida nocturna regada con mezcal y su cocina regional, Oaxaca es tan cosmopolita como impactante. Foto: Cedoc Perfil

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