En Islandia, la naturaleza manda. En su gran mayorÃa, la escasa población –unos 320 mil habitantes– se aferra a la costa. Los cuentos de turistas que mueren deambulando por los glaciares son una advertencia. Y las cosas se ponen aun peor en invierno, cuando la luz del dÃa se reduce a un puñado de horas.
22/05/2012. Volver a la nota: Relato de un viajero: 36 horas en Reykiavik