En Canberra no hay playas ni casas icónicas de ópera, y el chic europeo se encuentra mejor en Melbourne, a una hora en avión. Pero lo que la “capital agreste” carece del desorden de las grandes urbes, lo compensa con belleza de amplios cielos, animado orgullo cívico y ambiente decididamente hipster. Foto: Perfil
04/02/2015. Volver a la nota: Un plan bien verde en Canberra