El ex bombero Lito Sottovía muestra el tornillo que mantenía la compuerta cerrada previo a la inundación final del pueblo. “La última compuerta para que pasara el agua y se inunde totalmente la abrí yo con otro bombero. La abrimos porque el agua ya pasaba por arriba del camino y era mejor mandarla controlada; pero esto fue después de que ya reventara todo y media villa esté inundada.» Foto: Mercedes Noriega

Volver a la nota: Voces de Epecuén, el pueblo fantasma que resurge de las aguas

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

uno × cinco =