En los meses de mucho frÃo, la sal disuelta en el agua se cristaliza y cae al fondo de la laguna. El viento y las olas traen este sulfato de sodio a la orilla, asemejando el paisaje a una costa nevada. Foto: Mercedes Noriega
09/11/2015. Volver a la nota: Voces de Epecuén, el pueblo fantasma que resurge de las aguas