Hay sobrevivientes de la vieja época, como La Boettega del Marmoraro, una pequeña tienda atiborrada con placas de mármol. Por 15 euros, el grandilocuente Enrico Fiorentini, dueño del negocio, graba la frase que uno quiera en un pedazo de roca
18/12/2011. Volver a la nota: La vÃa del arte