El recibimiento del personal es cálido. Apenas una docena de mesas, sin mantel. De noche, la intimidad se realza. Foto: Thomas Ibsen / El Viajero

Volver a la nota: El «mejor restaurante del mundo», por dentro

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

tres × cinco =