Dallas, metrópoli con encanto sureño
Esta alegre ciudad estadounidense se jacta de reunir gente amable y de haber inventado el «shopping».
Los museos de Dallas aumentan continuamente, en los últimos años se ha creado incluso un distrito de las artes. Foto: Verena Wolff/dpa [ Ver fotogalería ]
Por Verena Wolff (dpa)
Bill Dewbre tiene éxito y le gusta decirlo. «Wild Bill» (Bill el Salvaje), tal como le llaman, es un auténtico hombre hecho a sí mismo, uno que desde la nada fue trepando hacia arriba. Con botas de vaquero. El padre era zapatero y el joven Bill tenía que ayudarle. Y fue aprendiendo: cortar cuero, coser bordes, pegar suelas: todo lo que se necesita para hacer buenos zapatos. Y saber convencer a la gente para que los compre. El padre le da un pequeño espacio en la tienda. Unos años después, Bill ya había logrado tanto éxito con la venta de sus botas que le compró la tienda a su padre pagando al contado.
En su tienda en el corazón de Dallas hay todo tipo de botas: negras, marrones, rojas, multicolores, brillosas o abundantemente adornadas. Botas hechas de cuero de vaca y avestruz, de cocodrilo o serpiente.
Bill habla mucho, rápido y alto. Sin embargo, conoce su negocio. Y conoce mejor que nadie Dallas y los alrededores. Es que ha pasado allí toda su vida. Bill es uno de esos hombres que representan a Dallas, uno de esos tipos amables, carismáticos, corteses que llevaron a la gran ciudad el legendario encanto de los estados del sur.
Esta imagen sigue siendo válida pero Dallas también es algo muy diferente, una ciudad de advenedizos, de gente que abandonó los estados del norte porque les parecían demasiado fríos los inviernos y demasiado malo el tiempo. Incluso hay gente que se muda desde California y Nueva Inglaterra a Texas, «donde las casas no son tan caras, donde hay una buena educación para los niños y donde hay trabajo«, dice Pauline Medrano, alcaldesa adjunta de Dallas.
Dallas se ha transformado en los últimos años. «Una y otra vez nos habían declarado muertos«, recuerda Medrano. La capital de Texas es Austin. La ciudad más grande es Houston, donde hay más escuelas superiores. ¿Y Dallas? Una ciudad asociada a una serie televisiva que en muchos países del mundo tiene categoría de culto pero que se filmó a muchas millas de distancia de la ciudad.
«El tejano está muy apegado a su tierra«, dice Julia Cleary, quien se crió en Dallas, estudió en Houston y ahora trabaja en Dallas. Muchos hacen lo mismo que esta joven de 24 años, algo atípico para la dinámica norteamericana: para estudiar, salen de casa pero no demasiado lejos.
Dallas se atribuye algunas invenciones. Una de ellas es el shopping, dicen aquí con un guiño. Y no están muy equivocados ya que Neiman Marcus es uno de los centros comerciales más antiguos de Estados Unidos, con filiales en todas las grandes ciudades.
En cuanto al shopping, Dallas es una ciudad estadounidense poco común ya que el centro no cuenta con un auténtica calle comercial. La palabra mágica es «mall»: ir de compras al centro comercial. Dallas tiene dos, situados en los suburbios ricos. Inaugurado en 1965, el North Park Center fue el primer centro comercial proyectado en Estados Unidos y el primero en el mundo con aire acondicionado.
¿Y esa serie televisiva, «Dallas», con los Ewing en el Southfolk Ranch? Este rancho existe efectivamente pero en la ciudad de Parker, a unos 50 kilómetros de los límites de Dallas. Allí, la tierra efectivamente es plana y amplia, y la gente no vive en casas, sino en ranchos, «aunque solo tengan uno o dos caballos en vez de auténticas crías«, dice Sally Peavy.
Ella trabaja en el Southfolk Ranch, que hoy es una atracción turística y al mismo tiempo un centro de conferencias. Y otra vez lugar de rodaje, ya que hay una continuación de la saga de la familia Ewing. A intervalos regulares rige el estado de excepción en esta villa de 40 años de antigüedad, cuando los actores y todo el equipo de producción irrumpen en el rancho. «Todos los exteriores se filmaron aquí, los interiores en California, hoy igual que antes«, cuenta Sally Peavy, una mujer rubia de unos 55 años.
Peavy se sabe la serie de memoria, todos las vicisitudes en la vida de la matriarca Miss Ellie, del canalla J.R y de su simpático hermano Bobby. «Seguí esa serie, que comenzó cuando yo tenía 20 años«, dice Peavy. «La serie siempre era tema de conversación«, señala. Sally es una auténtica tejana: una mujer muy amable, muy atenta y muy alegre, que siempre habla fuerte.
Al igual que muchos tejanos, Sally ha vivido toda su vida aquí y nunca se le ocurrió vivir en otro estado. Texas tiene gente amable, buena comida, un elevado nivel de vida con precios relativamente módicos. Sally simplemente está contenta y cree que la mayoría de los tejanos también lo están. «Creo que la explicación es muy sencilla: el tiempo es bueno, no hace frío y hay suficiente espacio para todos«.
INFORMACIÓN BÁSICA
- Cómo llegar: Dallas tiene dos aeropuertos: Dallas-Fort Worth (DFW) y Dallas Love Field. La mayoría de las compañías aéreas vuelan directamente a Dallas.
- Cuándo viajar: Los veranos en Dallas son calurosos, los inviernos templados, aunque también en Texas puede nevar un par de días. Las mejores épocas para viajar son de mayo a junio y de septiembre a octubre, cuando las temperaturas son moderadas y no llueve demasiado.
- Alojamiento: Hay más de 70.000 camas de hotel en la región de Dallas-Fort Worth. Todas las grandes cadenas tienen allí hoteles, algunos con más de 1.000 habitaciones. También hay muchas otras alternativas, desde los hoteles boutique individuales hasta los moteles.