Islas Virgenes

Isla Cooper

Pero como dos inmersiones no eran suficientes, tras almorzar y relajarnos toda la tarde en el Cooper Island Beach Club -un exclusivo resort ubicado en la Isla Cooper- nos lanzamos a una inmersión nocturna en el Rhone, aprovechando la quietud del mar planchado y la luz de la luna. El sector elegido, por cuestión de profundidad para prolongar el tiempo de buceo, fue el de popa. La noche en el arrecife es momento ideal para el avistaje de pequeñas criaturas a las que retratar con la lente, y en ese sentido el Rhone no defraudó al mostrarnos la misma riqueza marina que exhibió por la mañana.

Al día siguiente la operación se hizo con otra empresa de Tortola, la Blue Water Divers, para lo cual nos trasladamos hasta Nanny Key, desde donde fuimos a conocer los sitos Spyglass y Angel Reef, dos arrecifes ubicados en la Isla Norman. La idea era tener un panorama de las islas más importantes y los diferentes tipos de alojamiento disponibles. Por ello nada mejor que siendo la “Capital de la Navegación del Caribe” por sus inigualables condiciones para esta actividad, en los días siguientes nuestra base serían tres catamaranes de doce metros de eslora donde nos ubicamos de a cuatro pasajeros, cada uno en su espectacular camarote con baño privado. Esta fue sin dudas una excelente forma de apreciar la principal faceta del turismo en el archipiélago, representada por la actividad náutica y para la cual existen cientos de embarcaciones disponibles para alquilar por semana y así recorrer las más de 50 islas que componen el territorio. De características montañosas, en cada isla es común ver bahías con playas solitarias de fina arena blanca en las que es posible fondear. Y también otras con hoteles e instalaciones disponibles para los navegantes, que pueden amarrar en boyas a 25 dólares diarios. En este plan, es excelente idea la de cargar en el barco, además de los víveres necesarios para la semana, unos tanques de buceo y así sumar a las vacaciones unas inmersiones en los lugares que se desee.