Un paseo por la Estatua de la Libertad (y sus hermanas gemelas)

La emblemática estatua neoyorkina no sólo es uno de los monumentos más visitados del mundo. También es uno de los más «copiados».

La estatua situada en un islote frente al sur de Manhattan se convirtió desde el siglo pasado en un emblema de Nueva York que acoge a inmigrantes del mundo entero y en símbolo de todo Estados Unidos. [ Ver fotogalería ]

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La Estatua de la Libertad es uno de los monumentos más reconocidos en todo el mundo, y aunque nos remita a Nueva York en realidad existen cientos de réplicas, muchas pocas veces vistas, en los lugares más impensables del mundo.

Hasta la ciudad de Buenos Aires tiene su réplica, pero no es casualidad que existan réplicas o imitaciones de la estatua neoyorquina, porque justamente se han hecho por lo que representa: libertad para todos los pueblos del mundo.

La original -cuyo nombre oficial es «La Libertad Iluminando al Mundo»– fue regalada al gobierno de Estados Unidos por parte de las autoridades francesas con motivo del centenario de su independencia en 1876. Es obra del francés Frederic Auguste Bartholdi y su estructura interna de acero fue realizada por Gustave Eiffel, ingeniero francés que dio nombre a la famosa torre de París. Tiene una altura de 46 metros y se levanta sobre un pedestal que mide 45 metros. Pesa 240 mil kilogramos y está fabricada en cobre.

La estatua situada en un islote frente al sur de Manhattan se convirtió desde el siglo pasado en un emblema de Nueva York que acoge a inmigrantes del mundo entero y en símbolo de todo Estados Unidos. El monumento representa a una mujer de pie vestida con una túnica clásica con una corona con siete puntas y 25 ventanas, una antorcha en la mano derecha alzada y en la izquierda tablas de la Ley que llevan inscripta en números romanos la fecha de la independencia de Estados Unidos, el 4 de julio de 1776.

Aproximadamente 3,7 millones de personas visitaron la estatua en 2011, convirtiendo la zona en el 19º parque nacional estadounidense con más afluencia de turistas en el país. Fue cerrada al público tras el devastador huracán «Sandy» en 2012, pero volverá a abrir sus puertas el 4 de julio próximo, Día de la Independencia de los Estados Unidos. Para llegar hasta la corona de la estatua neoyorquina, sita en Liberty Island, al sur de Manhattan, hay que subir por una estrecha escalera de 186 escalones.

El acceso a la antorcha, cuya llama está actualmente recubierta con láminas de oro, era posible a principios de siglo pasado, pero se prohibió en 1916 por motivos de seguridad tras un acto de sabotaje. Los turistas acceden a la Isla de la Libertad a través de barcos que llegan desde el sur de Manhattan y que también visitan el museo de la vecina isla Ellis, donde antiguamente llegaban los inmigrantes pobres a Estados Unidos. Antes de subir al transbordador, los visitantes son sometidos a una revisación de seguridad similar a la de un aeropuerto. Más información en la web: http://www.nuevayork.net/estatua-libertad

SUS «HERMANAS GEMELAS»

Para devolver el gesto, Estados Unidos regaló al gobierno francés una Estatua de la Libertad (bastante más pequeña) para conmemorar la revolución francesa. Está ubicada en el río Sena y si se captura desde un buen ángulo incluso es posible fotografiarla junto a la torre Eiffel, en la Isla de los Cisnes del rio Sena. Mide apenas 11.5 metros y en 1937 fue cambiada su posición para que mirara hacia su similar neoyorquina.

Existen en París otras dos réplicas de la Estatua de la Libertad, de ellas en el Museo de las Artes y los Oficios (Musée des Arts et Métiers) y otra (de 2,85 metros de altura) que durante mucho tiempo estuvo en el Jardín de Luxemburgo y que en 2012 fue trasladada al Museo de Orsay de la capital, dedicado a las artes del siglo XIX.

La idea universal de libertad representada por esta estatua también está en Asia, concretamente en la isla artificial de Oidaba ubicada en la capital de Japón. Esta figura se construyó para reforzar las relaciones entre Francia y Japón; de hecho es una réplica exacta no de la original neoyorkina, sino de la que está en París, cerca de la Torre Eiffel.

En la capital argentina también existe una réplica de la estatua realizada por el mismo escultor que hizo la de Nueva York, el francés Frédéric Auguste Barthold. Está ubicada a uno de los lados de las Barrancas de Belgrano, entre las calles 11 de septiembre y La pampa. Aunque es muchísimo más pequeña, la estatua porteña fue inaugurada el 3 de octubre de 1886, veinticinco días antes de que que la Estatua de la Libertad de Estados Unidos fuera inaugurada.

En el estado mexicano de Campeche está ubicada una estatua inspirada en la de Nueva York. Específicamente está en la plaza Libertad del poblado de Palizada. Esta pieza es una de las atracciones más importantes de la región y llama la atención por estar fabricada enteramente en color blanco.

En la turística ciudad de Las Vegas, la «Ciudad del Pecado» el New York-New York Hotel & Casino alberga numerosas réplicas de iconos neoyorquinos, entre ellos, por su puesto, su propia réplica, en menor tamaño, de la estatua de Manhattan. Por supuesto que hay decenas de «Estatuas de la Libertad» en países de todos los continentes, y en esta fotogalería te mostramos algunas de las más famosas

 

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