PROVINCIA DE JUJUY
Salinas Grandes, un desierto blanco a 4.000 metros de altura
Se trata de una de las más bellas extensiones blancas de la Argentina con esporádicas tonalidades turquesas y reflejos casi perfectos.
El origen de las Salinas Grandes, escasamente más pequeñas a las de Uyuni en Bolivia y las de Arizaro en Salta, se remonta a entre 5 y 10 millones de años. Foto: Pixabay [ Ver fotogalería ]
Fuente: Agencia Tur Noticias
Argentina, amplia en territorio y belleza, tiene varios de esos lugares a los que siempre se quiere volver, uno de ellos es la Provincia de Jujuy y sus maravillosa Salinas Grandes. Los efectos que puede producir la naturaleza ante la mirada del extraño son impredecibles, como sucede en las Salinas Grandes, en la provincia de Jujuy, muy cerca del paso fronterizo de Jama que conecta con Chile.
El nombre de “grandes” es porque se trata del tercer salar más grande de Sudamérica con una extensión mayor a las 12 mil hectáreas a cielo abierto. Una de las áreas más blancas que puedan encontrarse en la Argentina y con una textura de robusta dureza que será necesario apreciar de cerca para comprender.
Situada a unos 190 kilómetros de la capital provincial, las Salinas Grandes captan la atención de los visitantes de todas las edades y despiertan gran creatividad al tener cámara en mano. Una inmensa depresión totalmente despoblada que se vuelve aún más atractiva si unas horas antes llovió. Donde sólo residen los artesanos que trabajan la sal y ofrecen objetos delicadamente tallados con picos y hachas.
Si bien el acceso es relativamente fácil, subiendo cuesta y serpenteando hasta superar los 4.100 metros, también son numerosas las agencias que ofrecen el recorrido en Jujuy –también en la vecina provincia de Salta-. En caso de hacerlo de forma particular, es importante cargar suficiente combustible, llevar alimentos, aunque en el área hay un restaurante, lentes de sol para proteger la vista y calzados livianos para chapotear en este verdadero espectáculo.
Territorio ancestral
El origen de las Salinas Grandes, escasamente más pequeñas a las de Uyuni en Bolivia y las de Arizaro en Salta, se remonta a entre 5 y 10 millones de años, cuando la cuenca se cubrió por completo de aguas provenientes de un volcán. La paulatina evaporación de este líquido y sus componentes, es lo que dio posterior forma a este salar que posee una costra cuyo espesor promedio es de 30 centímetros y resiste el peso de vehículos hasta camiones medios.
Según científicos, se trata de un sedimento químico-evaporítico que a su vez se divide en tres tipos de zonas: la salina poligonal, las eflorescencias salinas y la limosa. Quienes explicarán los secretos de extracción y los procesos para su industrialización, son los mismos obreros que permanecen en el lugar y reciben al visitante con toda amabilidad.
A simple vista, todo parecerá lo mismo. Pero cada área fue seccionada en arbitrarios hexágonos que se extienden a la vera de la Ruta Nacional 52 por la que se accede y oficia como única alteración. El silencio es prácticamente total y cada paso al avanzar sonará crocante a los oídos.
Recorrido colorido
El Norte del país ofrece a los turistas innumerables destinos de gran belleza, y los alrededores de las Salinas Grandes también son para destacar:
- Pese a lo elevado de su altitud, ofician como base de una cuenca endorreica que continúa hacia el norte en las Lagunas de Guayatayoc.
- Al sureste la pintoresca sierra de Chañi y los antiguos poblados que componen la Quebrada de Humahuaca. Durante el viaje de ascenso podrá incluso hacer breves paradas en Yala donde es posible acampar, León de apenas 500 habitantes, Volcán con sus yacimientos de cal, Tumbuaya a orillas del Río Grande en cuya iglesia se conservan imágenes y piezas de orfebrería del Cuzco colonial y Purmamarca, cuando ya se verán los primeros cardones.
- Luego la curva desembocará en la Cuesta de Lipán, atravesando caseríos como Quisquira, Patacal y La Ciénaga, hasta llegar al Abra de Potrerillos.
- Ya de regreso el telón de fondo será el policromático cerro de los siete colores, con tonos verdes, rosados, amarillos, violáceos, blancos y grises que corresponden a diferentes minerales. Único en el país, donde realizar apasionantes safaris fotográficos, caminatas, cabalgatas y hasta circuitos en bicicleta.
- Al oeste, pasará por un camino rodeado de grandes álamos y sauces. Y hasta es posible tomar a pocos kilómetros la famosa RN 40 que conduce hasta San Antonio de los Cobres o Abra Pampa.
Cómo llegar. Para arribar a las Salinas Grandes de La Quiaca, Humahuaca, Tilcara y San Salvador de Jujuy los caminos son la RN 9 hasta el cruce de Purmamarca, luego la RN 52 por la Cuesta de Lipán hasta el Abra de Potrerillo. Más información en la web