SEMANA SANTA 2014

Vía aérea

Recife y Porto Galinhas, en Pernambuco; los cruceros por el Amazonas; las excéntricas islas Galápagos; y Atacama, a un paso.

Amazonas. Algunos cruceros de lujo parten de Iquitos, en Perú, y otros de Manaos, en Brasil. Se requiere aplicar varias vacunas. Foto: Cedoc Perfil [ Ver fotogalería ]

Por Laura Blanco. Diario PERFIL

Pernambuco es uno de los estados más pequeños de Brasil. Pese a su poca extensión costera –apenas 187 kilómetros–, posee algunas de las playas más bonitas de todo el país. Su capital es Recife, conocida como la Venecia de Brasil, por el trazado irregular de los ríos, islas y puentes. Bucear es uno de sus mayores atractivos: frente a las playas –Boa Viagem y Pina son las principales– hay más de veinte barcos hundidos, que sirven de arrecifes artificiales para una variada y colorida fauna marina. No hay que dejar de conocer la Casa de la Cultura, una antigua cárcel donde ahora cada pequeña celda es ocupada por locales de artesanos.

Si la idea es escaparle un poco al ritmo citadino, Porto Galinhas es perfecto: a sólo 70 kilómetros, ofrece playas de arenas blancas y piscinas naturales que se forman cada vez que baja la marea, a las que se llega en “jangadas”, rústicos barcos de pesca que consisten en una tabla con un mástil, empujada por un remo. Otras playas recomendadas son Itamaracá y la romántica Fernando de Noronha, un archipiélago ubicado a 500 kilómetros del continente (posadas desde $ 1.500 la habitación doble). La histórica Olinda es una ciudad colonial que fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad. Aéreo a Recife, LAN y TAM tienen vuelos desde $ 5.228.

Atacama

Contemplar el estrellado cielo en el Desierto de Atacama, la región más seca del mundo, es una de las experiencias que vale la pena hacer en esta vida. Su árido paisaje, marcado por salares, termas y géiseres, puede conocerse haciendo base en San Pedro de Atacama, un pueblo de ensueño, con calles de tierra y casas de adobe, que desde hace unos años dejó de ser un lugar lejano al que sólo llegaban los mochileros, para convertirse en un destino turístico top, con buena infraestructura y hoteles 5 estrellas.

Gracias a esto, pueden encontrarse desde hostels a $ 450 la noche hasta lujosas habitaciones dobles por $ 2.600. Para llegar desde Buenos Aires, hay que tomar un avión a Calama ($ 3.500 por LAN) y de ahí, una hora en auto. No se puede dejar de visitar el Museo Arqueológico Gustavo Le Paige –donde se exhiben impresionantes momias–, los Géiseres del Tatio y las Termas de Puritama. El Valle de la Luna y el Valle de la Muerte (ideales para recorrer al atardecer), el pueblo Toconao, el Salar de Atacama y la laguna Chaxa son otros paseos obligados.

Galápagos

Ecuador es uno de los destinos más baratos para viajar en toda Latinoamérica (LAN desde $ 12.500), por lo que Galápagos se convierte en un destino más que tentador. El archipiélago, declarado Patrimonio Natural de la Humanidad, está ubicado a 372 kilómetros del continente y es el hogar de exóticos animales marítimos y terrestres que pueden verse fácilmente. Navegando en pequeñas lanchas que se contratan en el lugar, es posible conocer las 24 islas, aunque las que no tienen desperdicio son Isabela, Floreana y Fernandina, famosa por sus playas de arena negra y reciente actividad volcánica. Para dormir, la mejor opción es Santa Cruz (con hoteles desde $ 234 la noche), donde se concentra la mayor oferta gastronómica y hotelera, que cuenta con Tortuga Bay, una de las playas más bonitas.

Crucero por el Amazonas

Otra exótica experiencia es navegar el Amazonas. Existen programas de cuatro a ocho días, que recorren distintos sectores del río más largo de Sudamérica, durante todo el año. Hay cruceros que parten de la Reserva Nacional Pacaya Samiria, en Iquitos, Perú –con paisajes marcados por un cauce ancho, lagunas con jardines flotantes y selva de altos árboles–, y otros que salen de Manaus, Brasil, donde se puede apreciar la unión con el Río Negro, cuyas aguas nunca se mezclan. Los precios parten de los 533 euros en embarcaciones de lujo. Es necesario tener aplicadas las vacunas contra la fiebre amarilla, el tétanos, tifus, hepatitis y seguir la profilaxis antipalúdica.

 

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