Manjares de Oriente

La gastronomía de Taiwán desembarca en Argentina. Reúne ingredientes de ambos lados del Meridiano de Greenwich.

La dieta taiwanesa reúne elementos de Oriente y Occidente, y cada uno tiene su significado. [ Ver fotogalería ]

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Por Verónica Martinez (*)

Al divisar su geografía montañosa y floreciente, los navegantes portugueses del siglo XVI llamaron a Taiwán “Ilha Formosa”, cuya traducción sería “isla hermosa”. Cinco siglos después, los exploradores sibaritas podrían denominarla sencillamente como “la isla diversa”, a juzgar por su variedad de sabores.

Esa heterogeneidad está presente en las creaciones de Huang Ching Long y Lee Long Chu, chefs que arribaron a Buenos Aires en el marco de una gira por Latinoamérica. Con reconocimientos internacionales y galardones dorados en su haber, ambos cocineros deleitaron con platos de su tierra durante una demostración gastronómica.

“Taiwán es un país multicultural, con una visión abierta a los gustos y aromas del mundo. Su gastronomía no sólo conserva la tradición de China, sino que también ha incorporado influencias de Japón y estados occidentales”, señala Matthew Lee, director general de la Oficina Comercial y Cultural de Taipei en Argentina.

Para Lee Long Chu, chef especializado en pastelería, “los taiwaneses aceptan muchos productos extranjeros y suelen unir alimentos de Oriente y Occidente”. Prueba de esa fusión es el postre de nísperos marinados en té de Pu-erh, en el que la pequeña fruta es embebida en vino, decorada con chocolate –aunque en la versión local fue reemplazado por dulce de leche– y coronada por fragmentos de una delicada lámina de oro comestible, símbolo de la más refinada gastronomía mundial.

Una de las características distintivas de la gastronomía taiwanesa es la precisión en la presentación de los platos, dado que cada elemento posee su significado. Así, el oro aporta un efecto tranquilizador a la mente y el té de Pu-erh purifica la corriente sanguínea.

De atractivo colorido, las elaboraciones de Huang Ching Long se enmarcan en la tendencia de alimentos saludables. Sabores frescos y menos intensos que los de otras cocinas orientales se degustan en preparaciones como el roll de pollo con aroma de vino o el pescado agridulce en forma de crisantemo, especialidad que suele ofrecerse en el Día del Respeto a los Mayores, que se celebra en octubre. “Medicina y comida tienen el mismo origen”, manifiesta Long, dando como ejemplo el empleo habitual de ingredientes con propiedades medicinales como el ginseng, entre otras raíces.

Buenos Aires, ciudad amiga de la cocina étnica, también atesora en su menú los sabores taiwaneses, que pueden disfrutarse en el espacio vegetariano Spring (Palermo) y los restaurantes Lai Lai, Apu, Hong Kong Style, Cantina Chinatown, Dragón Porteño y Palitos, entre otros, del Barrio Chino de Belgrano.

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(*) Nota publicada en el Diario PERFIL el sábado 8 de septiembre de 2012.

 

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