ESTADOS UNIDOS

Forks, la vampírica tierra de «Crepúsculo»

Su vinculación a la exitosa saga de cine convirtió a la ciudad en un destino turístico de primer orden. Fotos

En el centro de información para visitantes los turistas pueden fotografiarse junto a reproducciones en tamaño real de los protagonistas de la saga. Foto: Christian Roewekamp / dpa [ Ver fotogalería ]

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Por Christian Roewekamp (dpa)

Durante años, Forks era sólo otra más de esas remotas ciudades estadounidenses asediadas por las inclemencias del tiempo en el nórdico estado de Washington. Pero su vinculación a la exitosa saga vampírica «Crepúsculo» la convirtió en un destino turístico de primer orden. Ahora, coincidiendo con el estreno en cines de la quinta y última entrega, «Amanecer II», parece un momento ideal para visitarla.

Forks se sitúa en el extremo occidental del Parque Nacional Olímpico de Washington. Alberga bosques y montañas que se elevan hasta los 2.432 metros de altura, y desde aquí es fácil acceder al océano Pacífico. Aunque esta proximidad es también la causa de su elevada tasa de precipitaciones, un factor clave para que Meyer se fijara en esta región estadounidense a la hora de enmarcar sus novelas. Pues es sabido que a los vampiros no les gusta demasiado la luz del sol.

Entre tanto, la localidad se ha volcado con «Crepúsculo». Todos los años se celebra en septiembre el Día de Stephenie Meyer, dos agencias ofrecen visitas guiadas a los lugares de rodaje, entre ellos el cuartel de policía y el lugar de trabajo de Bella, en la tienda Forks Outfitters. En Leppell’s Flowers & Gifts se pueden comprar desde dentaduras vampíricas de plástico a todo tipo de recuerdos de la saga. Un motel tiene una suite dedicada a Bella, en la autopista 101 se vende leña «Twilight» y el Sully’s Drive-In afirma que ha inventado la hamburguesa Bella.

«Stephenie Meyer nos hizo un gran favor», dice Marcia Bingham, jefa de turismo de Forks. Durante años, el número de turistas que visitaba su oficina osciló entre los 5.000 y 6.500 por año. Hasta que en 2009, poco después del lanzamiento del primer filme sobre «Crepúsculo», las cifras saltaron hasta los casi 70.000 visitantes. Y el récord volvió a batirse en 2010. «Nos sentimos desbordados cada vez que llega a los cines una nueva película», añade. «La gente ve lo increíblemente bonito que es esto y regresa una y otra vez».

Lo cierto es que el campo y los bosques que rodean Forks son impresionantes. En La Push, junto a la costa, las frías aguas del Pacífico azotan con toda su fuerza las playas, dejando enormes cantidades de maderos varados en la arena. A menudo, la densa niebla concede al lugar una atmósfera mística. Aquí es donde, según los libros, habitan los hombres lobos como Jacob. Un cartel en la carretera hacia Forks señala la frontera imaginaria entre el territorio de vampiros y hombres lobo.

Sin embargo, el boom turístico no ha conseguido maquillar los problemas de la zona. La escuela que se veía en las primeras películas fue derrumbada, y reemplazada por un nuevo edificio. En el hospital local hay un estacionamiento para el Dr. Carlisle Cullen, el vampírico padre de Edward, pero la placa está semioculta en una esquina y no es fácil verla. También existe la casa de los Swans, pero para decepción de muchos fans, no se puede entrar. En Disneyland las cosas serían distintas.

Durante décadas, Forks vivió de la industria maderera, hasta que llegó el turismo. Con todo, Marcia Bingham no teme que el final de la saga vuelva a suponer menos visitantes. «Los lectores de los libros han desarrollado una gran pasión por ‘Crepúsculo’. Seguirán viniendo a Forks», afirma.

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