CIUDAD DE BUENOS AIRES

Boedo, antiguo y tanguero

Bohemia, historia y tradición son algunas de sus características. Un paseo que se transita de esquina en esquina y de bar en bar.

Fuente: Gentiza de Agencia Tur Noticias

La Ciudad de Buenos Aires está dividida en 48 barrios, cada uno de ellos es portador de alguna singularidad que lo distingue, ya sea por su patrimonio histórico, espacios verdes, modernas  construcciones o por ser la cuna de un destacado personaje porteño. Sin embargo, la mayoría de estas zonas comparten una misma identidad, la cual los une y a la vez los identifica como áreas únicas de la “Reina del Plata”.

Tres elementos comparten cada uno de estos barrios: el tango, el fútbol y los clásicos bares, en los que históricamente se dan cita intelectuales, familias y amigos para compartir un café o una picada, y debatir sobre la realidad política, económica y social de la Argentina, así como cualquier otro tema. Estas características son parte de la idiosincrasia local y se convirtieron con el tiempo en atractivos turísticos.

El barrio de Boedo es un fiel testimonio de esta identidad porteña tan arraigada. Posee una gran riqueza cultural y junto al Abasto es una de las áreas más arrabaleras que posee la Capital Federal. Fue en algunos de sus bares donde músicos y compositores como Homero Manzi y Osvaldo Pugliese le dieron forma a famosos tangos argentinos. Una costumbre que hoy persiste en milongas, escuelas de baile y teatros.

Se trata de un circuito costumbrista ideal para hacer a pie o en bicicleta por cada uno de los rincones que hicieron a la historia del lugar. El itinerario incluye museos, una pequeña plaza, algunos clubes barriales y, por supuesto, típicos bares o restaurantes, donde se degustan carnes asadas, pastas y cervezas tiradas. El mejor horario para las visitas es la tardecita, y por las noches resulta imperdible algún show de tango.

MARCAS DEL PASADO

La conformación del barrio se une históricamente a Mariano Joaquín Boedo, un diputado de la provincia de Salta (Norte argentino) que fue vicepresidente del Congreso de Tucumán y trabajó arduamente por la Declaración de la Independencia argentina. Incluso, el cumpleaños del barrio se celebra cada 25 de julio, en honor a su fecha de nacimiento.

Ubicado dentro de los límites de las avenidas Caseros, La Plata e Independencia, Boedo fue cuna de los primeros teatros independientes de origen proletario. Si bien muchos de ellos desaparecieron, algunas de las salas más importantes fueron Florencio  Sánchez, América y Boedo. Incluso, algunas salas de cine como Bristol, Moderno, Mitre y Los Andes también fueron utilizadas para el teatro o la música.

Como sitio habitué de grandes artistas y escritores, el barrio dio lugar a un movimiento cultural denominado “Grupo de Boedo”, el cual integraban Enrique Santos Discépolo, Álvaro Yunque, Roberto Arlt, Enrique González Tuñón y César Tiempo, entre otros. Pero, quien inmortalizó el lugar fue, sin dudas, Manzi en la letra del tango “Sur, que especialmente menciona a la esquina de “San Juan y Boedo antiguo…”.

Además de tango y teatro, Boedo también fue sede del Club Atlético San Lorenzo de Almagro, uno de los cinco equipos de fútbol más famosos de la Argentina. El primer estadio se denominó El Gasómetro, y fue construido en 1908 en la esquina de Avenida La Plata e Inclán. Sobre finales de los ’70 fue demolido para dar lugar a un centro de compras, y el nuevo edificio se erigió en Avenida Perito Moreno y Varela, como parte de la Ciudad Deportiva del club.

LUGARES DESTACADOS

La Esquina Homero Manzi

El principal recorrido por el barrio de Boedo se concentra en unas pocas cuadras y lleva al visitante por bares, museos y esquinas históricas, muchas de las cuales conservan antiguos faroles. Para llegar, hay varios colectivos y una estación de subterráneos de la Línea E.

  • Desde 1940, la Confitería Trianón (Avenida Boedo 845), concentraba artistas e intelectuales. Hoy, funciona como café y restaurante, y entre las exquisiteces se recomienda el sándwich de pavita.
  • Uno de los puntos históricos más importantes es la Esquina Osvaldo Pugliese (Avenida Boedo 909), donde hace varias décadas funcionaba el Bar Recuerdo y el Bar Alabama, entre los favoritos del pianista y autor de tangos como “Recuerdo”, “la yumba” o “Negracha”.
  • La esquina más conocida y declarada Sitio Histórico Nacional es la esquina de San Juan y Boedo, aquella del tango “Sur”, con letra de Manzi y música de Aníbal Troilo, donde funcionó el Café Del Aeroplano, Nippon y Canadian.
  • Sobre Avenida San Juan al 3600 se visita la denominada Esquina Homero Manzi, sede de una típica tanguería porteña, que ofrece cena-show.
  • Al mediodía, algunas de las opciones son el tradicional restaurante Esquina Dos, el Bar Delu  con pizzas, pasta y parrilla; el Bar Alenjo; el Café Margot, reconocido por las picadas con sidra o cerveza tirada; Pan y Arte con sabores típicos de las diversas regiones argentinas.
  • Para aprender los secretos del 2×4, está la escuela de tango El Astor (Avenida Boedo 942).
  • Otros cafés con historia son el Bar Miño, por su famosa pizza de diez porciones en lugar de ocho; Esquina Sur, con espectáculos de tango; La Puñalada, frecuentado por los fanáticos de Huracán, principales adversarios futbolísticos de San Lorenzo, cuyos seguidores, jugadores y dirigentes se juntaban en el café Dante.

ESPACIOS CULTURALES

El circuito a través de las calles de Boedo, incluye un paseo por la Plaza Ameghino. Se trata de un espacio verde situado en Avenida Independencia 4200, llamativo por su escaso tamaño y creado por iniciativa de los mismos vecinos, en el que funciona todavía una calesita para los niños.

La cultura lleva al viajero hasta el Museo de Bellas Artes e Historia de Boedo, localizado en el tercer piso de un edificio de Castro Barros 1560. Y para disfrutar al aire libre, una de las visitas imperdibles es el Paseo de las Esculturas, donde se exhiben obras que fueron donadas por sus autores para la promoción del arte.

Finalmente, en Boedo se encuentra la Biblioteca Miguel Cane, en la cual el escritor argentino Jorge Luis Borges trabajó entre los años 1937 y 1946.

AGENDA TANGUERA

Todos los sábados de verano se realizan milongas y clases de tango a la gorra, en la puerta del Centro Cultural El Surco (Avenida Boedo 830). A partir del 10 de marzo, la Ciudad de Buenos Aires será sede de la tercera edición del Festival de Tango Independiente. La Milonga de Apertura se realizará en la esquina de San Juan y Boedo, desde las 18, con la participación de diversas bandas y orquestas. 

DATOS ÚTILES

Junto a Boedo, otros barrios porteños visitados por el turismo son Abasto, Puerto Madero, San Telmo, Recoleta, Palermo, La Boca, y en el centro, los circuitos por Avenida de Mayo, Corrientes y 9 de Julio.

  • El tango es la música que atrae las miradas internacionales, en milongas, restaurantes y tanguerías.
  • Para movilizarse dentro de la Ciudad existe un completo sistema de transporte: taxis y remises, seis líneas de metro, más de cien líneas de colectivos y trenes interurbanos.
  • Los alojamientos de primera categoría cuestan entre U$S 170 y 460; hay hoteles tres estrellas alrededor de los U$S 100, y alternativas más económicas con tarifas entre U$S 36 y 45.

 

NOTAS RELACIONADAS

 

14 Comentarios en “Boedo, antiguo y tanguero

  1. Silvia Martinez | 13/01/2013 | 19:35

    Buena nota con un grave error: No hay ningún Museo de Bellas artes en Castro Barros 1560.Es un PH de una planta en cuyo depto. 3 de planta baja vivía el escultor Francisco Reyes y parte de su obra aún se encuentra allí, pero no se puede visitar por problemas edilicios. Soy Silvia Martínez, presidente de la Junta de Estudios Históricos de Boedo.

  2. From Boedo | 14/01/2013 | 5:45

    Los vecinos de Boedo -al menos, este vecino de Boedo- tenemos una visión un poco distinta. La plaza nueva es copada desde su inauguración por una murga que una o dos (¡o tres!) veces por semana martilla impunemente nuestras cabezas con sus bombos. Esa plaza cuenta con unas rejas perimetrales, que desde hace unos meses no se cierran más, con lo cual se permite que personas concurran a la plaza a gritar, jugar al fútbol (el arco es la medianera de una de las casas linderas) o consumir sustancias ilegales hasta las 4 am.
    Esa plaza también cuenta con una calesita, al igual que la plaza de Independencia. Y la plaza de Independencia, encajonada entre casas y cada vez más edificios, también cuenta con una murga, patrocinada no sé por quién, que cumple su ruidosa rutina todos los fines de semana.
    Los «lugares destacados» se circunscriben a tres cuadras, por cuyas veredas es muy difícil caminar debido a los bares que ponen sus mesas en la vereda, al humo de los cigarrillos que fuman los parroquianos o al absurdo plano inclinado con que se ensanchó la vereda de Boedo al 900.
    Eso para no hablar de las casas tomadas (a través de cuyas ventanas, en algunos casos, pueden verse televisores LCD) o de los lugares donde se compran y venden y consumen drogas ilegales (Oruro y Humberto I, plaza Boedo, por ejemplo).
    En otro orden de cosas, mencionar a un lugar de pocos años como Miño y omitir a San Antonio (o el recuerdo de La Flor de Boedo) pone a la nota en su lugar de reproductora del estereotipo Boedo = San Juan y Boedo = Tango, una movida marketinera que no dura más de tres cuadras.
    ¿Querés Boedo? Andá a cualquier cortada, a Pereyra e Inclán, andá a oler los jazmines de la casa de Castro cerca de Tarija, andá al caballito mecánico de la galería (andá y pasá por cada calle bajo la autopista y mirá toda la gente que vive allí, también).

    • From Boedo | 14/01/2013 | 5:46

      Como se me borró, agrego una referencia a las incesantes demoliciones que traerán nuevos y enormes edificios de departamentos que le están cambiando la fisonomía al barrio, por ahora en las avenidas y en alguna calle, como Colombres, pero, pronto, me temo que sigan avanzando.

  3. Ernesto | 14/01/2013 | 11:00

    Lo que no comenta «Tur noticias» es que la mini plaza Ameghino fué un predio que ocupaba la escuela primaria Florentino Ameghino, en la cual concurrí durante todo mi ciclo escolar primario, nacido (Mármol y San Juan) y residente del barrio de Boedo por 24 años, y que el histórico establecimiento sito en la esquina de San Juan y Boedo primitivamente se llamaba «El buzón» ya que en la propia ochava se encontraba anclado el clásico buzón rojo, hay mucho más para contar como obviaron de nombrar el cine Alegría (posteriormente El Moderno), El Cuyo y El Nilo. La pizzeria San Lorenzo, el Bar Dante,, La Munich de Boedo, en la cual presencié la actuación de un joven Goyeneche acompañado por Horacio Salgán, etc.etc.
    Saludos Ernesto.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

cinco × cuatro =