PROVINCIA DE NEUQUÉN
La Patagonia tierra adentro, por la Ruta Mapuche
El etnoturismo constituye una propuesta diferente para acercarse a las costumbres de pueblos originarios que mantienen vivas sus raíces.
En Neuquén existen más de 20 comunidades mapuches, que, entre lagos, bosques y montañas, invitan a los viajeros a descubrir sus tradiciones, música, artesanías y gastronomía. [ Ver fotogalería ]
Tantas son las clases de turismo como extravagantes viajeros existen en el mundo. Ellos varían no sólo en sus gustos y preferencias, sino también en el poder adquisitivo, el interés de experimentar una estadía diferente y la necesidad de salir por completo de la vida cotidiana. En la Argentina, una de las opciones alternativas que tomó verdadero auge es el etnoturismo, cuya principal propuesta consiste en adentrarse en algunas de las más de mil comunidades aborígenes que existen a lo largo del territorio.
El turismo étnico es una propuesta diferente a los tradicionales itinerarios y tiene por objetivo central el compartir las actividades cotidianas de cría de ovejas, cultivos en la tierra y elaboración de comidas o artesanías. Un circuito alejado de la agitada vida que caracteriza a las grandes urbes y que en la provincia de Neuquén se conjuga con actividades de aventura en lagos, montañas y valles.
En territorio neuquino las raíces culturales son de la tradición milenaria mapuche, la cual se refleja en cada una de las manifestaciones de la vida cotidiana de las más de 30 comunidades aborígenes, que conservan el valor por su cosmovisión, religión y costumbres. La mayoría de ellas, se concentran en la zona de la Patagonia de Los Lagos e invitan al turismo a conocer su tierra.
Una de las maneras tradicionales de visita a las comunidades mapuches es a través de agencias turísticas que ofrecen este tipo de itinerarios con guías especializados que, en muchas ocasiones, conocen la lengua y muchas de sus costumbres ancestrales. Sin embargo, también es posible comunicarse con las autoridades de los grupos para coordinar algún tipo de estadía diaria.
SERVICIOS AL TURISTA
Dentro de la provincia de Neuquén existen varias comunidades mapuches que desarrollan diversos servicios al turista, desde la explotación de un centro invernal de esquí hasta campings en algunos de los paisajes más bellos de la Patagonia.
En el Departamento Aluminé está la comunidad Puel en dos áreas bien diferenciadas. Por un lado los que se emplazan en los Parajes Lago Manzano y La Angostura Sur; y, por el otro, quienes están a cargo del Cerro Batea Mahuida, en Villa Pehuenia, donde hay una confitería con comidas típicas y una escuela de esquí que funciona en temporada de invierno.
En el Departamento Ñorquín se encuentra la comunidad Mañke, cuyas actividades se concentran en el Paraje El Huecú donde existe un área de acampe con piscina, sanitarios, fogones e iluminación. Allí, comercializan comidas típicas y criollas, así como artesanías de todo tipo.
En la región existen otros campings gestionados por diferentes grupos mapuches: la comunidad Chiquilihuin, tiene fogones, sanitarios, proveeduría y venta de artesanías; la comunidad Raquithué, posee dormis y servicio de comida; la comunidad Lafquenche, tiene un camping agreste con cancha de fútbol; y, la comunidad Painefilu, ofrece chivos, tortas fritas y pan casero.
COMUNIDADES QUE RECIBEN VISITANTES
Además de las comunidades que ofrecen servicios directos al turista, existen dentro de la provincia de Neuquén muchas otras que abren sus puertas para mostrar a los viajeros sus actividades cotidianas de trabajo en la tierra, cría de animales y elaboración de comidas o artesanías.
En el Departamento Aluminé se encuentran: la comunidad Catalán, en el Paraje Lonco Luan; la comunidad Aigo, en los parajes Rucachoroy y Carri Lil; y, la comunidad Currumil, en el Paraje Quillén, unos 25 kilómetros al sudoeste de la ciudad de Aluminé, en cercanías del Parque Nacional Lanín; la comunidad Lefiman, en el Paraje Quillén, dentro del área protegida; la comunidad Hiengheihual (llamada también Salazar), en el Paraje Epu Pehuen; la comunidad Los Ñorkinko, en el Paraje homónimo; y, la comunidad Wiñoy Tayín Rakizuam, en los Parajes Poi Pucón, Las Horquetas y Abra Ancha.
En el Departamento Collón Cura se encuentran: la comunidad Ancatruz, en los Parajes Zaina Yegua, Paso Yucón, Piedra Pintada y Sañizo, a unos 30 kilómetros de Piedra del Águila; y, la comunidad Namuncurá, en los Parajes San Ignacio, La Horqueta, Santa Rosa y Cerro Bandera.
En el Departamento Confluencia solamente se encuentra la comunidad R´Ranguiñ Có, a unos minutos de viaje de Plottier, en el Paraje China Muerta.
En el Departamento Huiliches se identifican la comunidad Chiuquilihuin, a unos 50 kilómetros de Junín de los Andes; la comunidad Painefilu, en los Parajes Costa del Malleo, Pampa del Malleo, Huilquimenuco, Confluencia Malleo y Bota Cura; la comunidad Raquithue, en los lagos Huechulafquen y Paimun; la comunidad Atreico, a 25 kilómetros de Junín de los Andes, en los Parajes Atreico y Costa del Malleo, camino al Paso Internacional Mamuil Malal; la comunidad Linares, en los Parajes Aucapán y Nahuel Mapi; y, la comunidad Lafquenche, al pie del Lanín.
En el Departamento Lácar se suman la comunidad Curruhuinca, en los Parajes Trompul, Quila Quina, Pil Pil, Comandante Díaz y Pailamenuco, en cercanías de San Martín de los Andes; y, la comunidad Vera, en los Parajes Trahunco Abajo y Trahunco Arriba.
En el Departamento Loncopué están la comunidad Kilapi, el Paraje Chorriaca; y la comunidad Millain Currical, en los Parajes Juncal, Pichaihue y Trancura. Finalmente, en el paraje El Huecú del Departamento Ñorquín, están las comunidades Mañke y Maripil.
ARTESANÍAS MAPUCHES
En distintos puntos de la provincia se comercializan artesanías mapuches elaboradas a bases de costumbres que pasan de una generación a otra y se convierten en un sustento más de vida. Si bien algunas comunidades venden en sus domicilios particulares o el centro comunitario, también se encuentran algunos lugares específicos como los locales de “Artesanías Neuquinas”, en las ciudades de la capital de Neuquén, San Martín de los Andes, Junín de los Andes y Copahue.
Con los tejidos hacen bolsos, chalecos, medias, pullovers, ponchos, alfombras, mochilas, porta celulares o cigarreras, gorros, boinas, guantes, fajas, matras, cubrecamas y vinchas. En el rubro de la soguería trabajan en sogas para caballos. Hay, además, numerosos productos en madera de la región (como cucharas, bateas, tazas, dulceras, tablas para picar alimentos, cuadros, ruecas, husos, percheros) y productos elaborados en cueros, como rodilleras, botas de potro para domas y alfombras.
Los atractivos de las mujeres son los trabajos en platería de alpaca, tales como aros, pectorales, cascabeles y alfileres. Entre los instrumentos musicales hay de percusión, como el cultrun; y de viento, como la trutruca o la pifilca, entre otros. Y, con las piedras fabrican mates y ceniceros.
TRADICIONES MAPUCHES
Durante el año las comunidades mapuches celebran dos eventos de importancia: el Traum Kezau Mapuche (Encuentro del Trabajo Mapuche), durante el mes de julio en la ciudad de Junín de los Andes; y la Fiesta del Puestero, en el mes de febrero, cuando exponen y venden sus productos.
Si bien los padres de familia son los que sostienen la economía del hogar y las madres realizan tejidos y cría de aves de corral, los niños trabajan desde temprana edad en las tareas del campo. La unidad lingüística tuvo gran incidencia en la organización de las comunidades en la provincia.
El cacicazgo se mantiene como forma de liderazgo y conducción. Tradicionalmente, los lonkos eran elegidos por herencia, pero hoy son elegidos por las familias que integran las comunidades. La elección se hace una vez por año y dura tres días. En casi todos los grupos persisten las prácticas de ceremonias religiosas primitivas, aunque algunas se combinaron con creencias y prácticas cristianas.
Las comunidades creen en Nguenechén (Dios) y cada año ofrecen una rogativa denominada Nguillatún que dura varios días. El Choique Purrún es una danza que imita las sucesivas etapas en la vida del ñandú; y el Loncomeo, es una rogativa que realizan solamente los hombres.
Algunas comidas típicas son: el Nguilliu, fruto de la Araucaria Araucana o Pehuén, el cual se cosecha año por medio; el Queso Cordillerano, elaborado con técnicas caseras; la chicha, una bebida que se hace con trigo y se deja fermentar con azúcar quemada; el catuto, un pan que se hace al rescoldo con el preparado del trigo para la chicha; y el ñaco, harina integral de trigo tostado.
DATOS ÚTILES
- Para más información y teléfonos de contacto con las comunidades mapuches de la provincia de Neuquén: www.neuquentur.gob.ar.
- En el acceso a la provincia de Neuquén hay barreras sanitarias que impiden el ingreso de carnes, productos de origen animal y todo tipo de frutos.
- Los viajeros que van de pesca no deben olvidar sacar previamente el permiso obligatorio.
- En el Parques Nacionales Lanín durante la temporada estival se cobra un pase verde.
- Para viajar en las rutas patagónicas, es importante consultar el estado de los caminos antes de cada viaje al teléfono 0810-333-7882.
- Es importante tener encima dinero en efectivo y combustible, ya que en temporada turística los cajeros de las localidades pequeñas suelen saturarse y las estaciones de servicio ser escasas.
MA PU CHE Quiere decir hombre de la tierra, nunca existió una tribu con ese nombre, coincido con lo expresado por Cachito y Luisina.
Por otro lado la imagen que tenemos de los «pueblos originarios» son aborígenes arriba de sus caballos y los caballos los trajeron los españoles.
Con esos «caballos originarios» secuestraban a las tehuelches y les cortaban las plantas de los pies para que no escaparan y por el «camino de los chilenos» se robaban el ganado al país vecino con el apoyo de los terratenientes de aquella época.
http://www.santacruz.gov.ar/provincia/heraldica/images/escudo_gande.jpg
El nombre Chaltén proviene del aonikenk o lengua tehuelche y significa «montaña humeante», debido a las nubes que casi constantemente coronan su cima, lo que unido a la denominación ancestral ha llevado a creer erróneamente que se trataba de un volcán.
La montaña es considerada sagrada para los indígenas locales y forma parte de su cosmogonía. Francisco Pascasio Moreno lo bautizó como Fitz Roy en honor al capitán del HMS Beagle, Robert Fitz Roy, quien recorrió el río Santa Cruz en 1834.
Aunque la cartografía oficial argentina ha preferido, en los últimos años, recuperar la denominación ancestral y denominarlo Chaltén en desmedro de Fitz Roy, que fue utilizado durante gran parte del siglo XX, este último nombre es el más utilizado por la cartografía oficial chilena.