La Plata: con sangre joven

Paisajes de cemento y parquizados; actividades para adultos y niños; vida política, religiosa y cultural: la oferta de La Plata es amplia y permite, con un presupuesto acotado, satisfacer los gustos de la familia. Para comenzar, la ciudad de las diagonales, esta localidad que por sus universidades bulle con población joven de todo el país, recibe y sorprende con su trazado impecable. Andar por sus calles anchas (identificadas con números, no con nombres) casi no precisa de mapa. Con meditada lógica, esta ciudad fue fundada por Dardo Rocha en 1882, cuando colocó la piedra fundacional para la concreción de los planos del ingeniero argentino Pedro Benoit. Hoy, en verano, se agradecen especialmente los descansos arbolados en las plazas distribuidas cada seis cuadras.

Para arrancar un circuito turístico, conviene no demorar la llegada al punto céntrico: la Plaza Moreno, con el edificio de la Municipalidad en un extremo, y la Catedral, en el otro. Pocos lugares como ese transmiten tanta sensación de amplitud. En las cercanías de este núcleo fundacional, llaman la atención imponentes edificios: la Casa de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, la Legislatura Provincial, el Teatro Argentino, el Palacio Municipal.

A continuación, otra invitación a la admiración con más dimensiones gigantescas, en este caso, en la Catedral. Un consejo antes de ir: hay que anotarse desde la mañana para asegurarse que uno esté en la lista de los visitantes que, cada día, en un cupo limitado, alcanzan a viajar por los ascensores que llevan hasta los 75 metros de una de las torres.
La Catedral de la Inmaculada Concepción es, con sus 112 metros, el mayor templo neogótico de América latina. Ubicada en la calle 14, entre 51 y 53, es ella misma un bellísimo atractivo, que a su vez aumenta al adentrarse en el museo y la cripta. En esos espacios subterráneos, se pueden admirar los secretos arquitectónicos de esta obra realizada con el trabajo de nuestros antepasados inmigrantes. Allí, entre fotos y explicaciones, quedan a la vista las diferentes etapas que atravesaron los basamentos y las sólidas columnas que sostienen esta inmensa creación iniciada en 1884 y que se dio por concluida en 1999.

Entre las varias opciones habilitadas durante el verano, dentro del trazado de calles de La Plata, y para refrescar el paladar, hay dos imprescindibles: el Barrio Meridiano V y la Cervecería Modelo. Especialmente en las tardes y noches, el Barrio Meridiano V se enciende con su movida artística y gastronómica. En la zona de las calles 17 y 71, en torno a la terminal de la Estación Provincial de Tren, fuera de funcionamiento desde 1977, los vecinos levantaron a fines del último milenio una serie de ámbitos, cerrados y al aire libre, donde viven la música, las acrobacias, el teatro y las expresiones genuinas de los platenses. Hoy existen varios centros culturales (Estación Provincial, La Grieta, Viejo Almacén ‘El Obrero’) y ferias artesanales. Además, las calles laterales, que conservan su empedrado original, están salpicadas por barcitos, restaurantes y tiendas de diseño que transformaron casas antiguas en simpáticos locales, donde también se dictan talleres para adultos y algunos orientados para niños.

Por su parte, la Cervecería Modelo, en 5 y 54, brinda comida y bebida desde 1894, y conserva la misma fachada y ambientación que tenía cuando empezó como almacén de ramos generales. Ahora, de jueves a domingo, se puede almorzar o cenar allí donde antes ya estuvieron Tita Merello, Luis Sandrini y René Favaloro, entre otras personalidades.
Lo que queda de La Plata está señalado por el color verde, pues hay que dirigirse hacia el Paseo del Bosque, entre las calles 50-60 y 115-122. En sus sesenta hectáreas, hay más de cien especies vegetales, entre álamos, robles, ombúes y eucaliptos. Ambito ideal para un picnic o una mateada, también invita a seguir andando, pues en su interior se encuentran el Museo de Ciencias Naturales, el Zoológico y el Botánico, el lago, y, abierto a partir de marzo, el Observatorio. Mención destacada para el Museo que, sobre avenida Iraola, cuenta desde su fundación, en 1888, con más de tres millones de objetos, entre los que sobresalen colecciones de fósiles, arqueología y etnografía. Está abierto de martes a domingo, de 10 a 18.

Ya fuera del casco de La Plata, a 13 km por el Camino Centenario entre 426 y 460, aparecen las 200 hectáreas del Parque Ecológico. A la altura de Villa Elisa, ocupa lo que fuera la estancia La Dora, perteneciente a dos familias de la zona: los Pereyra y los Bell. Ahí, abunda la sombra fresca de los árboles, para dormir una siesta sobre el césped, caminar sin prisa, cabalgar, tomar un trencito de paseo o hacer deportes mientras los chicos disfrutan de los juegos. Además, es una buena ocasión para comprar las verduras frescas que los quinteros de la zona acercan improvisando puestos por aquí y por allá.
Otro de los destinos que aguarda en las cercanías de La Plata (calle 501 y Camino General Belgrano) es la República de los Niños. En este simulacro de país a escala infantil, fundado por Eva Perón, los pequeños pueden comprender sintéticamente la funcionalidad de las instituciones públicas, y a la vez, divertirse con el museo de muñecas, pasear en tren, entrar en contacto con los animales de la granja o subirse a los juegos mecánicos.

La Plata acrecienta más propuestas después de marzo. Entonces, también se abre la programación del Teatro Argentino, moderno y espléndido edificio con atractiva agenda de conciertos, ópera y danza. Y también, el Estadio Unico, inaugurado en plenitud durante 2011, ofrece partidos de fútbol y recitales, en su predio entre las calles 532-526 y 25-21. Pero todo eso puede ser ocasión de una nueva visita a La Plata. Por ahora, lo que ella ya propone para este verano apenas si puede abarcarse en un fin de semana.

Publicado por Analia Melgar en Diario Perfil.