La América insular tiene un encanto diferente
Pocos saben que algunas de las mejores playas de Estados Unidos se encuentran en islas que mantienen todo el año una temperatura de 20ºC.
Amelia island, en la península de Florida, tiene veinte kilómetros de playas. [ Ver fotogalería ]
Por Ariel Ferrero (*)
Como en una novela de aventuras, ir de vacaciones a una isla tiene un encanto diferente. Pocos saben que algunas de las mejores playas de Estados Unidos están en islas, que a su vez son casi desconocidas para el turista argentino. Se trata, además, de islas cuyo clima se mantiene durante todo el año por encima de los 20ºC. Ideal entonces para caminar por la playa, comer mariscos con cerveza y disfrutar del sol. A modo de muestra, ocho islas.
Amelia Island (Florida) Bien al norte del Estado del Sol, los veinte kilómetros de playas de Amelia Island son un verdadero paraíso todo el año. Mientras los adultos pueden aprovechar paseos a caballo en la arena, los chicos exploran el Fort Clinch, del siglo XIX, una de las fortificaciones más conservadas del país. Hay mansiones victorianas y un hotel a pasos de la playa cuesta desde US$ 69 la noche.
Avery Island (Louisiana). Esta pequeña isla es el hogar de la fábrica de salsa Tabasco Pepper, donde se pueden degustar diferentes mezclas volcánicas durante los recorridos diarios gratuitos. New Iberia, media hora hacia el norte, tiene una buena selección de restaurantes y pensiones. Desde US$ 85 la noche.
Caladesi Island (Florida). Resulta llamativo que, al ser sus cinco kilómetros de playas de arena blanca uno de los paisajes sobresalientes del Golfo de México, no hay un solo lugar donde alojarse. Ni siquiera hay automóviles. Es un sitio limpio y preparado para permanecer apenas unas horas. Se llega a través de un ferry (14 dólares ida y vuelta desde Dunedin) y la única forma de desplazarse es caminando. También conviene llevar comida y bebida.
Catalina Island (California). En esta isla situada a 35 kilómetros al sur de California abundan los carritos de golf, que se alquilan por 40 dólares la hora, y las bicicletas. La isla está a una hora y media de Dana Point, tomando el ferry Catalina Express (74,50 dólares ida y vuelta), que deja en la ciudad de Avalon. Se puede pasar la noche en el Hermosa Hotel, que recibió a sus primeros huéspedes en 1896 (desde US$ 75).
Daufuskie Island (Carolina del Sur). Son características de esta pequeña isla, cuya población desciende de esclavos, las cestas artesanales realizadas con hierba dulce. Se recomienda visitar la First Union African Baptist Church, construida en madera en 1880 y todavía en pleno funcionamiento. Una buena opción para pasar una noche es el Daufuskie Island Cottage (desde 115 dólares la noche, incluye el uso de un carrito de golf).
Molokai (Hawai). Cuando los hawaianos hablan de Molokai, a menudo dicen que es “como solían ser las islas”. ¿Y de qué se trata entonces? No hay semáforos ni grandes hoteles. La menos visitada de las islas de Hawai tiene una costa escarpada con acantilados, algunos de ellos los más altos del mundo, y un interior rocoso interrumpido por tres volcanes extintos. La mayor ciudad, Kaunakakai, tiene apenas 7 mil personas, además de una calle principal de tres cuadras de largo y un pequeño aeropuerto. La principal atracción turística es la antigua colonia de leprosos en lo que hoy es Kalaupapa National Historic Park, un lugar de paz al que sólo se puede llegar a pie o en mula. Los alojamientos son limitados y costosos. El hotel Kaunakakai Molokai cobra desde US$ 159 la noche).
South Padre Island (Texas). Es creciente el interés que está despertando esta isla tejana, donde la principal actividad son las clases para la creación de esculturas. Por ese motivo, los souvenirs más comunes son pequeños objetos de cerámica. Vale la pena pasar una noche en el motel The Palms Resort, a metros de la playa (desde US$ 75 la noche y cuenta también con piscina climatizada).
Tybbe Island (Georgia). A diferencia de muchas islas cercanas con precios altos y aires de aristocracia, Tybee Island es un sitio para todo el mundo, con su encanto nostálgico gracias a sus paseos marítimos, vendedores de comida en la playa y la temática kitsch. Tiene un muelle de madera que invita a caminar y cinco kilómetros de playas bordeadas por el mar Atlántico, iluminado de noche por un faro. La isla ostenta su valor histórico: el Fort Pulaski National Monument, una fortaleza de ladrillo utilizada durante la guerra civil. Entre los hoteles de playa se destaca el Ocean Plaza Beach Resort, que acaba de ser totalmente renovado (desde US$ 69 la noche).
(*) Nota publicada en el Diario PERFIL el sábado 16 de febrero de 2013.