Reformarán la Torre Eiffel para hacerla más accesible
Se prevé construcción de un gran hall para recibir a los siete millones de visitantes que recibe el famoso monumento parisino.
Se le dice “Ciudad Luz” o “Ciudad del Amor”, pero París es ciertamente ambas, y ha sido siempre considerada como el lugar más romántico del mundo. FOTO: AFP [ Ver fotogalería ]
El municipio de París está estudiando un proyecto para trasladar al subsuelo la boletería de la Torre Eiffel, el monumento símbolo de la ciudad, para evitar a los turistas largas filas bajo la lluvia y el frío y transformar el acceso en un espacio más acogedor e «inteligente».
El diario Le Parisien afirmó conocer un proyecto para la «reorganización del acceso y el subsuelo». El costo de los trabajos podría sumar «cientos de millones de euros», informa la agencia de noticias turísticas Sunny Travel News. El estudio «técnico y financiero» del proyecto costó 254.000 euros y fue confiado a la Agencia Marsh, que tiene sede en el barrio parisiense de La Défense.
Según Le Parisien, el proyecto prevé la construcción de un gran hall para recibir a los visitantes, obtenido mediante la excavación de un piso bajo la torre. Además de la boletería, en este lugar se podría comprar recuerdos y habría restaurantes, un museo dedicado a la Torre, puestos para alquilar audioguías y un depósito de equipajes.
«La Torre Eiffel en su origen fue construida para recibir hasta medio millón de visitantes y ahora alberga siete millones«, explicó Jean-Bernard Bros, asesor de Turismo del municipio de París. «No podemos eliminar las filas de espera, pero nuestro objetivo es hacerlas más agradables e inteligentes«, agregó Bros, que también preside la compañía Sete, a cargo de la gestión de la Torre Eiffel.
Sobre el modelo del Empire State Building de Nueva York, podrían proyectarse animaciones y películas sobre el monumento y su historia, en pantallas dispuestas en el futuro hall subterráneo para distraer a los visitantes que esperan comprar su entrada o subir al escensor. Además, agregó Bros, «queremos crear espacios para comer y comprar de modo de acompañar al visitante también después de la entrada al monumento. Los nuevos ingresos permitirán amortizar el costo de los trabajos«.
En los últimos tiempos los turistas se volvieron particularmente susceptibles porque desde el pasado marzo dos de los tres ascensores que llevan a la cima de la Torre quedaron fuera de uso, provocando filas de espera de tres horas. Entre las causas, según se explicó, figuran los trabajos de restauración del ala oeste, que acaba de reabrir, y los trabajos de mantenimiento del ascensor del ala norte, que tuvo una caída en el vacío de 15 metros durante un control técnico.
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