El fútbol, pasión de multitudes de turistas
Canchas, museos, estrellas del deporte y un vasto mercado que continúa en crecimiento. Fotos
GRAN NEGOCIO. Además de visitas a estadios, los tours de fútbol mueven gran merchandising. [ Ver fotogalería ]
Por Analía Melgar (*)
Por curiosidad, descanso o recreación, según indicación médica, en búsqueda de históricos orígenes familiares, para ver a seres queridos… los motivos para viajar son muchos. El fútbol también es uno de ellos. Hay dos direcciones: argentinos que se trasladan, sobre todo, a ciudades europeas; y extranjeros que vienen a la Argentina para ver el fútbol de acá.
Lucas Markowiecki, de la agencia Tangol, registra un boom del fenómeno “desde hace tres tres años, y con más fuerza desde hace un año y medio o dos, fundamentalmente para ver a Messi. Suelen viajar padres con sus hijos, por ejemplo, como regalo de los 15 años. El gran impulso es el deseo de los jóvenes”.
Si bien ver a la Pulga en vivo es la razón que genera más interesados, otros argentinos que son figuras internacionales, como Gonzalo “Pipita” Higuain o Angel Di María también motivan estos paquetes turísticos. El formato más estándar incluye el pasaje aéreo, una semana de alojamiento en la ciudad donde se juega el partido elegido, city tour, algunos museos y el billete de metro para usar toda la semana. Y, claro, las entradas al estadio, que el viajero elige según cuán cerca del campo de juego quiera estar y pueda pagar (como referencia, un ticket para un partido del Barcelona oscila entre 100 y 200 euros).
Los estadios más frecuentados en estos paseos futbolísticos son sedes de la Champion League: el Manchester City, el Atlético de Madrid, el Real Madrid, el Barça, el Milan. Así, los argentinos se pasean en Inglaterra por la ciudad de Manchester; en España, por Madrid y Barcelona; y en Italia, por Milán. Por su parte, el clima de las canchas argentinas de fútbol ya tiene un mercado desde hace más de una década. Latinoamericanos, alemanes, escandinavos, británicos, australianos y norteamericanos buscan el sabor local de este deporte, casi como una marca registrada de la identidad nacional, a la par del tango y el asado.
El plato fuerte es el clásico en las canchas de River o Boca, pero también lo son encuentros vibrantes como Boca-Quilmes, Independiente-Newell’s, Vélez Sarsfield-Argentinos Juniors, que los viajeros combinan con otras opciones que brinda la ciudad de Buenos Aires, más allá de lo deportivo. Una alternativa consiste en recorrer los campos de River o Boca vacíos, además de los museos de estos equipos, el área de entrenamiento, la sala de prensa… Pero la experiencia más buscada por los foráneos es la adrenalina de los hinchas de fútbol argentinos cuando cantan, se enojan, se insultan.
Para evitarles sobresaltos a los visitantes, es recomendable la compañía de guías turísticos que marquen criterios como preferir plateas en lugar de la popular, ubicarse junto a los hinchas que juegan de local y no vestir ninguna prenda con el color del equipo contrario, descartar el uso de objetos ostentosos (relojes o cámaras fotográficas sofisticadas), saber pasar por los controles de ingreso, o reconocer las vías de salida más rápidas después del final del partido.
Los traslados hacia los estadios europeos no suelen requerir acompañamiento, pues hasta allí llegan los transportes públicos. A la inversa, en la Argentina los extranjeros buscan paquetes que incluyen traslado hacia las canchas y de regreso. Ese combo, junto con la entrada al espectáculo, ronda los 700 pesos por persona.
(*) Nota publicada en el Diario PERFIL el sábado 30 de marzo de 2013.
quien se puede resistir a esa hermosa fiesta!