Un sorprendente tour por las favelas, en las profundidades de Río
Se pueden conocer las favelas Santa Marta y La Rocinha, donde gente amable y trabajadora sueña con un futuro mejor. Fotos.
Varios operadores turísticos organizan tours para conocer Santa Marta y La Rocinha, donde gente amable y trabajadora sueña con un futuro mejor. Foto: Perfil [ Ver fotogalería ]
Por Cynthia De Simone. Nota publicada en Diario PERFIL el 14 de abril de 2013.
«Aqui tem um mapa”, le dice una señora negra a un turista argentino que acaba de llegar a Santa Marta, la primera favela pacificada de Río de Janeiro. Allí se destacan los lugares más representativos, como la Praça Cantao que se parece al barrio porteño de Caminito.
Hace cinco años la acción conjunta del Ejército y la Unidad de Policía Pacificadora (UPP) logró transformar la violencia y la marginalidad de esa época, cuando personal del Batallón de Operaciones Especiales (BOPE) echó a los narcos y permitió a la policía instalarse allí con cámaras de seguridad para brindar mayor protección a los vecinos y ofrecer servicios como electricidad, agua corriente e internet.
La película brasileña Ciudad de Dios reflejó con escenas de crímenes y corrupción la vida cotidiana en esos barrios e casas precarias de donde paradójicamente surgieron algunas de las scolas de samba más reconocidas, como Salgueiro y Mangueira. Pero aquel crudo escenario
quedó atrás y permitió que guías locales organizaran tours a las favelas donde los visitantes son muy bienvenidos.
Moa Potter, el guía a cargo del grupo, sube al bondinho, un sistema de transporte funicular con cinco estaciones que construyó el Estado para facilitar el acceso al morro Doña Marta a las casi 8 mil personas que viven allí.
“La idea es mostrar los contrastes que existen en esta ciudad, donde el 23% de la población vive en favelas”, explica Potter. “Algunos turistas piensan que se van a encontrar con personas armadas, pero no es así. Acá la mayoría son trabajadores que, pese a las dificultades, están orgullosos de su comunidad”.
Rafael tiene 11 años y unas pestañas bien arqueadas que embellecen sus ojos color café; cuenta que su sueño es mostrarles Doña Marta a los viajeros pero “para eso tengo que aprender inglés”. Su hermano, Carlinhos, aparece corriendo descalzo en la terraza donde el cantante Michael Jackson tiene su propia estatua después de que grabara allí el videoclip They don’t care about us con el grupo Olodum.
Esa imagen, junto con otro retrato del cantante pop realizado por el artista plástico Romero Brito con pequeños mosaicos de colores, es una de las fotos preferidas entre los viajeros que desde allí, además, tendrán una vista panorámica de las playas de Copacabana e Ipanema rodeadas de modernos edificios, con abundante vegetación y el mar de fondo.
El tour, que vale 70 reales, se realiza todos los días a las 9 y a las 14 desde cualquier punto de la zona sur y con un mínimo de dos personas. Como una maqueta de arquitectura perfecta: así luce desde lejos La Rocinha, la mayor favela de Brasil (unos cien mil habitantes), que supo ser también la más peligrosa.
Pero apenas la camioneta del tour comienza a acercarse a los alrededores del aristocrático barrio de São Conrado, el paisaje cambia por completo: casitas de chapa y ladrillos con antenas parabólicas, pasillos angostos y laberínticos y cientos de cables de luz conectados clandestinamente.
En noviembre de 2011, más de 3 mil efectivos de las Fuerzas Armadas y la Policía ingresaron con camiones blindados para continuar con el programa estatal de “pacificación” de favelas ante la llegada del próximo Mundial de Fútbol 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.
Como esas tradicionales muñecas rusas artesanales conocidas como “mamushkas” que albergan otra en su interior, visitar La Rocinha es como adentrarse en el corazón de una gran ciudad situada adentro de otra mucho más grande aun, con bancos, escuelas y hospital, venta de ropa, comestibles y salones de belleza.
“Cuando surgió la posibilidad de hacer el tour, lo dudé mucho”, reconoce Matías Posdeley. “Siempre tuve una imagen muy negativa de las favelas, vinculada a los narcos y la delincuencia, pero esa idea quedó totalmente desechada después de encontrarme con personas muy amables.”
Mientras algunos definen estos paseos como “zoo” o “safari” de la pobreza, los organizadores se defienden. En la empresa Favela Tour de Marcelo Armstrong, un porcentaje de la recaudación se destina al proyecto educativo infantil Para Ti, que se realiza en Vila Canoas. “Queremos reflejar una realidad más objetiva y menos amarillista”, remarcan. “Acá también vive mucha gente honesta que por culpa de los prejuicios la discriminan. En resumen, tratamos de mostrar que las favelas son mucho más que lo que cuentan las películas, por eso los turistas siempre se van con una sonrisa.”
POR DÓNDE EMPEZAR
- Una de las empresas que pueden contratarse para recorrer La Rocinha es Favela Tour [email protected] (5521) 99 89 0074 (R 65), lunes a sábado, 9 y 14. Domingo, a las 10.
- Para ir a Santa Marta, Moa Potter ([email protected]. br) (5521) 74 85 52 85.
- Llevar ropa cómoda y paraguas.
Felicito a Cynthia por su nota ,redactada con mucha claridad y buena información,
Muy descriptiva la nota, algo a lo que nos tiene acostumbrado esta periodista cuyos artículos sigo desde hace tiempo. Que no pierda esa línea ……