Conozca Salzburgo, la ciudad de Mozart
Su ciudad natal homenajea al genial compositor.
En la ciudad austríaca abundan los turistas, la mayoría en busca del ritmo de la música, ya sea Mozart o The Von Trapps. [ Ver fotogalería ]
Con su ciudadela medieval, palacios barrocos y vistas alpinas listas para la tirolesa, Salzburgo nunca ha tenido problemas para atraer visitantes. En la ciudad austríaca abundan los turistas, la mayoría en busca del ritmo de la música – ya sea Mozart o The Von Trapps–. Sin embargo, algunas de sus mejores ofertas son menos históricas: galerías contemporáneas, cafeterías y el complejo futurístico Hangar 7.
Primer día. Es difícil que haya un prólogo más potente para Salzburgo que el barroco Palacio y Jardines Mirabell, escenario de muchas de las primeras presentaciones de Mozart, de varias tomas de The Sound of Music y de uno de los muchos mercados navideños. Construido originalmente en 1606, Mirabell es una imagen de excesos renacentistas, con su grandiosa fuente Papagena, pinturas de Rubens y Bernini y balaustradas con estatuas de dioses romanos del siglo XVII. La Galería Thaddaeus Ropac, en Villa Kast, alberga obra de artistas contemporáneos de Europa y Estados Unidos.
Para comer algo, conviene alejarse de las trampas de turistas del Altstadt (Casco Viejo) y visitar el Steingasse, un callejón adoquinado donde la taberna Andreas Hofer Weinstube (Steingasse 65) sirve cocina regional sencilla, como Knodelgeheimnis (dumplings de pan cocinados con chucrut y huevos fritos, 8,90 euros) y la mayoría del público son estudiantes.
Lo clásico domina el paisaje musical. La Fundación Internacional Mozarteum (Schwarzstrasse 26) cuenta con una orquesta y calendario de óperas de talla mundial, una de las muchas ofrendas al hijo más querido de Salzburgo. En coincidencia con el cumpleaños del compositor, la Semana de Mozart de la fundación, que este año fue del 27 de enero al 5 de febrero, atrajo a muchas de las mejores orquestas del mundo, óperas y directores: las presentaciones de este año incluyen la Filarmónica de Viena, el pianista Mitsuko Uchika y un nuevo proyecto de la coreógrafa alemana Sasha Waltz y el director francés Mark Andre.
La ciudad puede disfrutarse de noche en Steinterrace (Giselakai 3-5), una terraza techada con listones de madera. Turistas y empresarios jóvenes conversan al estridente ritmo euro-house bajo lámparas de calor y tragos de 13 euros.
Segundo día. Las mejores dosis de cafeína matutina se encuentran en el Altstadt. Abierto desde 1705, el Cafe Tomaselli, por ejemplo, o el 220 Grad, que vende sabores de Centro y Sudamérica por 3,3 euros.
Contrariamente a su reputación no tan cosmopolita, Salzburgo desde hace mucho ha apoyado a sus artistas. Así fue desde 1844 con Salzburger Kunstverein, que actualmente incluye un espacio de exhibición y 21 ateliers. Del otro lado del río, Periscope es una galería y espacio para proyectos administrada por un artista que abrió las puertas en 2006 en la Neustadt (Nueva Ciudad).
Luego del baño de arte, se puede tomar un funicular del siglo XIX para ascender más de 105 metros por la montaña Festungsberg con destino al Fuerte Hohensalzburg, uno de los castillos medievales mejor conservados de Europa. Aunque muchos de los muebles fueron hurtados por Napoleón, las habitaciones se han conservado notablemente. Desde el patio hay una hermosa vista de los Alpes y la ciudad. Desde el fuerte se camina hacia el Museo Der Moderne, una estructura rectangular de vidrio y mármol blanco que sobresale de una torre de agua del siglo XIX, en la cima de la montaña Monchsberg. Sus salones albergan obras de arte de los siglos XX y XXI (entrada, 8 euros).
Aunque The Sound of Music es el atractivo principal para muchos, el musical de Rodgers y Hammerstein que trata de una familia de cantantes y bailarines en vísperas de la Segunda Guerra Mundial nunca se había presentado en Salzburgo –hasta octubre, cuando debutó en Salzburg Landestheater–. Y es un éxito.
Por la noche, la población estudiantil de Salzburgo visita los bares que faldean la montaña Kapuzinerberg, en Neustadt. Alchimiste Belge, un bar de cervezas belgas, es el más popular y sirve más de cincuenta variedades como Kriek y Westmalle Tripel (entre 3 y 4,6 euros).
Tercer día. Cafe Bazar (Schwarzstrasse 3), en la margen derecha del Salzach, es una cafetería de estilo vienés con cien años de historia y candelabros de cristal, paneles de madera y mesas con tapa de mármol. El libro de clientes, conservado desde 1927, incluye a Thomas Mann, Marlene Dietrich y Arthur Miller (un desayuno, 10 euros).
El Hangar 7, en el aeropuerto de Salzburgo, pertenece a Dietrich Mateschitz, magnate de Red Bull, y ofrece otra mirada de Salzburgo. Pasarelas de vidrio serpentean entre aviones, motocicletas y autos, mientras que un bar con piso de vidrio cuelga suspendido sobre una exhibición de arte contemporáneo. También tiene un elegante restaurante de ‘’comida inteligente’’, donde el menú está dividido en tres categorías: cerebro, belleza y humor. ¿Un poco exagerado? Cierto, pero pensándolo bien, así era Mozart.
Por Charly Wilder para The New York Times / Travel, publicado en diario PERFIL.
Para su conocimiento, Salzburgo no pertenece a Tirol; es un estado independiente aunque está muy cerca de Tirol. He vivido 25 años en Austria.
Una ciudad espectacular.No perderse las casas de 1400 construidas contra la montaña.La pared de fondo es la piedra de la montaña.Visitar tambien la casa donde nacio Mozart.Austria es muy bella.
Que ciudad hermosa. Tuve la oportunidad de viajar allí. Es preciosa la vista de la ciudad desde la fortaleza Hoensalzburg. Una ciudad encantadora!