FOTOGALERÍA / CHILE
Valparaíso, el puerto loco de Neruda
Con sus coloridos laberintos de calles, escaleras, ascensores y sendas, es una de las ciudades más pintorescas de Latinoamérica.
La ciudad chilena se adaptó a una difícil geografía de cerros y quebradas, con edificaciones que suben por los cerros en laberintos de calles, escaleras y sendas. Hoy es una de las ciudades más pintorescas de Latinoamérica. Foto: AFP [ Ver fotogalería ]
El puerto chileno de Valparaíso, teñido de rojo por las llamas que envuelven sus cerros por un incendio que lleva días angustiando a sus habitantes, fue siempre fuente de inspiración para poetas, cantautores y cineastas. Es el patio bohemio, pobre, vividor, con casas coloridas que parecen van a caer de los cerros, aladeña a la ciudad acomodada y llena de flores de Viña del Mar, principal centro turístico de Chile, a 120 kilómetros al oeste de Santiago. Por sus enormes ventanales tiene una vista de casi de 360 grados a la bahía del puerto y hacia el Este se pueden ver los cerros de Valparaíso.
El premio Nobel de Literatura 1971, Pablo Neruda se enamoró del principal puerto de Chile y en la década del 50 compró una casa en el cerro Bellavista, uno de los 42 con que cuenta el puerto de calles encumbradas y estrechas. La bautizó la Sebastiana y está llena de detalles que el propio vate incorporó como los azulejos de esa época, sólo azules, celeste y verde, que los mezcló para crear verdaderos mosaicos en las paredes.
Neruda escribió la Oda a Valparaíso inspirado en la tragedia de 1906 cuando el puerto se vino al suelo por el terremoto que destruyó prácticamente la ciudad: qué disparate eres,/qué loco/ puerto loco/ qué cabeza/con cerros/ desgreñada/no acabas/ de peinarte/ nunca tuviste / tiempo de vestirte/ siempre te sorprendió la vida/ te despertó la muerte/ en camisa/en largos calzoncillos. Y prosigue más adelante: las llamas/ quemaban tus zapatos/ las sólidas/ casas de los banqueros trepidaban/como heridas ballenas/ mientras arriba/ las casas de los pobres/ saltaban/ al vacio/ como aves/ prisioneras/ que probando las alas/ se desploman.
El cantautor y trovador porteño Osvaldo Rodríguez también le escribió a Valparaíso, y una de las cintas chilenas más aplaudida es «Valparaíso, mi amor«, filmada en el puerto y dirigida por Aldo Francia, y cuya música sonora es La joya del Pacífico, interpretada por Jorge Farías, que ha tenido varis intérpretes en Suramérica.